A los más veteranos en esto del cine de videoclub les será fácil recordar aquel mítico título de estantería B llamado ‘Comado Patos Salavajes’ en el cual aparecían nombres de solera como Ernest Borgine, Klaus Kinski o Lee Van Cleef, era una de esas carátulas y cajas que engatusaban y que todos sabíasmos que en su interior no iba a aparecer lo que se anunciaba pero aún así, todos sabíamos que tarde o temprano esa cinta iba a ser introducida en nuestro VHS o Betamax. Efectivamente el día que se introdujo, no sentimos el placer que esperábamos podíamos sentir, ya no éramos vírgenes en esto de los carátulas pintadas a manos con más imaginación por parte del dibujante de la misma que por el director de la película que quería representar pero aún sin ser Rambo o Comando, ‘Comando Patos Salvajes’ dejaba un regusto agradable un algo que solo dejan esas películas que aún siendo malas, poseen un algo que las hace especial.

Y es que, ‘Comando Patos Salvajes’ no debe entenderse como una única película sino como una trilogía compuesta además de la película ya citada, por ‘Comando Leopardo’ y por ‘Comando Suicida’.

Lo curioso de esta trilogía es que no hablamos de una trilogía al uso en la que los personajes continuan sus andanzas, sino más bien ante un trilogía como la del “Dolar” en la que los que continúan son sus actores, creadores y el género y es que, los tres comandos son tres historias distintas que tratan sobre lo mismo con el mismo elenco detrás y delante de las cámaras pero con leves variaciones entre una otra.

Todo este lio viene compuesto por la mente de un desconocido.

ANTONIO MARGHERITI

Antes, muchísimo antes de que a George Lucas le preocupara que un italiano llamado Luigi Cozzi (Lewis Coates para los amigos de los mercados internacionales) le plagiara con infinita gracia y salero ‘La guerra de las galaxias’ en la asimismo mítica ‘Star Crash. Choque de Galaxias’, hubo un director de la misma nacionalidad, un todoterreno de cualquier género popular que se preciara, y también con su seudónimo para Estados Unidos o el mundo anglosajón. Nos referimos a Antonio Margheriti, a veces firmando como Anthony M. Dawson. Genio a redescubrir, fue (es) el nombre fundamental de la ciencia ficción europea, especialmente en los años 60. Su filmografía perteneciente al género abarca una decena de títulos, todos ellos magníficos, y todos ellos dotados del sentido del espectáculo (pobreza de medios al margen) que el autor siempre supo dar a sus películas pero además de lo citado, el director fue también conocido por ser uno de los ideólogos del llamado cine de acción de los 80s o al menos de los inicios de ese cine en términos de serie donde realizó una gran cantidad de títulos con la saga comando por bandera.

COMANDO PATOS SALVAJES (1984)

Comando Patos Salvajes es sin duda una película de puro entretenimiento. El argumento es bastante típico de las películas de acción bélica de los 80/90: un grupo especial que es mandado a una misión suicida para acabar con el dictador de turno, aunque en esta ocasión el objetivo principal es su opio. El guión tampoco es que sea de Oscar pero cumple su requisito; no tiene lagunas, ni conversaciones sin sentido y ademas añade algún que otro giro “inesperado”.

Dejando a parte el guión, la música corre a cargo de Ennio Morricone y Jan Nemec. Vale la pena, ¿a que si?. A la música se une un estupendo reparto con nombres como Lewis Collis, Lee Van Cleef o Ernest Borgnine; entre otros. A todo esto hay que sumarle mas de 1 hora y media de acción y ya tenemos el entretenimiento perfecto para un buen fin de semana aunque eso sí, si somos capaces de situarnos ante un envoltorio de serie B donde la acción todavía estaba en pañales pero, siempre nos quedará esa helicoptero tirando lenguas de fuego cual dragón de ‘Juego de Tronos’, un recurso visual único que se quedó como frma de la casa y que veríamos en cada una de estas curiosos entregas. Citar además ese gusto por las siluetas de palmeras a contraluz delante de un atardecer, unapreciosa postal que junto al color selvático usado, nos trae a la fuerza a nuestro recuerdo, la mítica fotografía que McAlpine conseguiría unos años después en ‘Depredador’.

COMANDO LEOPARDO (1985)

VERSIÓN ORIGINAL

Mismo equipo, actores y productora alemana de “Comando patos Salvajes”, que esta vez nos relata la historia de un lider guerrillero, el Capitán Carrasco, para lograr la derrota de un dictadorzuelo centroaméricano de nombre Homoza, que tiene como represor oficial a un Kinski al que la cara de sádico le viene que ni pintada. Pero el filme no es “Bajo el fuego” aunque pretenden dar a los personajes, en especial al cura, un fondo moral y ético que no es común en estas películas.

La película es una sucesión, como en un diario, de diversos episodios de combate y lucha, con voladuras de presas, refinerias, fugas de prisión, asesinatos de civiles, explosiones submarinas, derribos de aviones de pasajeros, combates en la jungla y en diversas ruinas y poblados, pero de manera deslavazada pero poco destacable, aunque con cierta corrección. Como un episodio del Equipo A. Y eso, que para esos años hay numerosos efectos muy aceptables con maquetas, multitud de explosiones, algunas muy espectaculares. Pero es una serie B que bajo aún más el listón. Film de acción de los 80, para nostálgicos con pocas exigencias.

COMANDO SUICIDA (1988)

En la entrega final de la trilogía tenemos de nuevo una película llena de acción trata sobre algunos mercenarios incondicionales. Un equipo formado por una tropa inadaptada de comandos a sueldo son contratados (por Lee Van Cleef y Paul Muller) para atacar la fortaleza de un lord-ringer y recuperar un disquete. Están comandados por un duro y doble mayor (Lewis Collins) ayudado por un veterano de guerra (Manfred Lehmann). La banda de mercenarios (Romano Puppo, Mike Monty, Bobby Rhodes: todos ellos habituales en la serie B italiana) aterrizan en lo profundo de la jungla para destruir a algunos señores de la droga en el infame triángulo de oro de Asia y se produce mucho movimiento y peligro. El grupo incluye a una chica nativa tailandesa que se enamora de la guerra de veteranos.

Esta película de ritmo rápido contiene aventuras, emociones, giros, vueltas, agitación sin sentido y mucha acción ruidosa en su mayor parte. Gran nombre elegido por actores conocidos como Lee Van Cleef y Donald Pleasance en un papel histriónico pero simpático. Guión de Tito Carpi habitual pero algunas escenas de acción espectaculares no pueden salvar un guión tonto. Final emocionante lleno de explosiones, tiroteos e instalaciones en llamas; Además, algunos giros de la trama. La cinematografía está bastante bien, capturando la atmósfera de todas partes, además algunas imágenes en movimiento tomadas con la cámara por encima del hombro. Banda sonora de Embarrassment compuesta por sintetizador, pero no está compuesta por Ennio Morricone. La película está producida en presupuesto medio por Erwin C. Dietrich, productor ordinario y director del género soft-core y financiero habitual de Jess Frank. Fue realizada a raíz de ̈Wild Geese ̈ (Andrew V McLagen) y ̈Wild Geese II ̈ (Peter Hunt).