Calles, barrios, zonas de Antequera, que podíamos ver en movimiento, vivas y en calidad cinematográfica. Estaba ante un verdadero incunable de la ciudad que me vio nacer, un documento único de la evolución arquitectónica y urbana de mi Antequera, un archivo histórico sin parangón alguno.

Si nos olvidamos del argumento de la película y nos centramos en la calidad de imágenes de nuestra Antequera, estamos ante un verdadero documento histórico, donde podemos visionar el Cerro de Vera Cruz sin urbanizar, a excepción del depósito de agua municipal, el cual hace las veces de hospital en la película. Por primera vez tenemos imágenes de la cantera de Vera Cruz al completo, con todo su esplendor, de donde salieron los grandes bloques para el dolmen más grande del mundo, el dolmen de Menga. Otra localización muy curiosa, es el rodaje en la zona final de la calle Belén, donde podemos visionar el antiguo arbitrio de la Puerta de Granada y panorámicas del cerro San Cristóbal sin urbanizar, así como poder contemplar la Peña de los Enamorados desde esta misma zona, algo totalmente impensable hoy en día. O el testimonio cinematográfico de la desaparecida Ermita de la Virgen de la Cabeza construida sobre las ruinas de una antigua Rábita o Rápita de la Antaqira islámica.

Otras imágenes inéditas, son las panorámicas sobre el cerro de las Ánimas, hoy conocido como el pinar de Torre de Hacho, sin un solo pino de repoblación y con la silueta soberbia de su torre vigía. Y qué decir de las panorámicas sobre la ladera del Torcal, una verdadera maravilla para los sentidos, sin el edificio del nacimiento de la Villa y con el entorno natural del Torcal y del Río de la Villa, sin la intervención de las a veces desafortunadas manos del hombre.

El director encargado de llevar este proyecto, el austriaco Harald Reinl, un todoterreno de la industria cinematográfica con más de setenta películas a sus espaldas y muy recordado por los extras que intervinieron en la película, ya que dio orden a los camarógrafos de hacer primeros planos a los figurantes o peliculeros como popularmente son conocidos. Una decisión que hay que agradecer, ya que podemos distinguir a multitud de antequeranos de todas las edades que intervinieron en la película.

La actriz principal Marianne Koch, toda una estrella del cine de los años 50 y 60 del pasado siglo, con más de sesenta y cinco películas a sus espaldas, tuvo numerosos papeles en Hollywood junto a estrellas de la categoría de Gregory Peck o Clint Eastwood. Terminó su carrera como presentadora de televisión en su país natal, Alemania, y pasado un tiempo se alejó de los focos, para dedicarse a su verdadera pasión: la medicina.

El actor principal Adrian Hoven, apareció en más de cien películas entre 1947 y 1981, toda una estrella del cine europeo del pasado siglo, productor y director con multitud de premios en su carrera.

Entre los actores secundarios podemos destacar a Karin Dor, la joven que muere asesinada bajo las ruedas de un camión republicano. Su carrera como actriz a partir de esta película, la llevó hasta el estrellato, alcanzando la fama con papeles en películas del mítico director Alfred Hitchcock y llegó a actuar en películas de James Bond. También tenemos que destacar la interpretación del malogrado actor español Luis Rodríguez Arroyo, en el papel de capitán del ejército nacional. Realizó multitud de papeles como el eterno galán del cine español, hasta que el 4 de noviembre de 1956 a la temprana edad de 40 años falleció de forma repentina, cayendo en el más absoluto de los olvidos. Su último trabajo: la película perdida de Antequera.

Solange Du Lebst no fue una película menor, ni mucho menos. Fue toda una superproducción de la industria cinematográfica alemana y un regalo histórico para la ciudad de Antequera.

Se contrataron cientos y cientos de extras, los cuales recibieron un sueldo digno y un vale de comida por cada día de interpretación, alquilaron toda la flota de camiones de la empresa antequerana Trasportes Campos, “los campitos” como popularmente se les conocía, llenaron durante más de un mes todas las casas de huéspedes, hostales y hoteles de Antequera, se contrataron los servicios de la Guardia Civil, de mozos, electricistas, operarios… la prensa local llego a publicar una nota en la que decía “en Antequera está lloviendo maná..”.

Las cifras de las cuantías económicas, que la productora alemana dejó en Antequera, son muy difíciles de cuantificar. Pero os dejo solo un dato que publicaba en mayo de 1955 El Sol de Antequera, “en solo una semana de rodaje los alemanes han dejado en nuestra ciudad más de medio millón de pesetas”.

No quiero terminar este artículo sin agradecer públicamente la colaboración de Chema Lebrón por su asesoramiento y ayuda incondicional para hacer posible la publicación en mi canal de YouTube, de “La película perdida de Antequera”. Así como los consejos de Ramón López Reina y Craig Stuart. Mi último deseo para este incunable, sería verlo doblado al castellano y con el estreno público que jamás tuvo en Antequera.

Y cómo no, reproducimos lo que el recordado Ángel Guerrero escribía en estas páginas: “3 de mayo. Comienza en el Cerro de la Cruz el rodaje de una película alemana sobre la Revolución Española. Tuvo un pequeño pero brillante papel, la joven antequerana María Palomo”.

Sinceramente creo, que sería el regalo más bonito para los extras y sus familiares, que intervinieron en esta película. Hoy ya son ancianos y muchos ya han fallecido, pero sus familiares estarían siempre agradecidos a nuestro Ayuntamiento.