MANHATTAN SUR by Lucen | El Yin y el yang

MANHATTAN SUR by Lucen | El Yin y el yang

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MANHATTAN SUR by Lucen | El Yin y el yang

La lluvia impactaba sobre las alas de aquel ridículo sombrero pero White, no iba a dejar de caminar por eso, el odio era tan fuerte y extremo como la verdad que buscaba y eso era motivo suficiente para romper con todo y al mismo tiempo, que nada ni nadie le rompiese.
No sabemos si era cariño o desesperación, lo que tenemos claro es que no era ambición y así, White miraba a través de aquel lujoso ventanal viendo desde lo alto cómo aquella Manhattan que ya no conocía solo le tenía a él.
Chino, a mí no me vas a comprar.

By Lucen

Cuando uno se enfrenta a la crítica de una película de Michael Cimino no se está enfrentando solamente al filme, sino también a su director. Y ‘Manhattan Sur’ no es una excepción.

El thriller o más bien el noir de Mickey Rourke tiene los mismas subidas y bajadas que la filmografía y la forma de ser de Cimino, en algunos momentos roza lo sublime y en otros el absurdo y eso, que contaba con el apoyo de Oliver Stone en el guión pero aún así, la película se deshace en algunos conceptos narrativos con situaciones totalmente ilógicas sobre todo en el aspecto de relaciones entre personajes o en los diálogos escupidos a los Hammet, ambos aspectos fundamentales para este guión. Pero esos absurdos se ven contrarrestados con momentos donde la emoción del espectador florece como solía ocurrir con muchas producciones de aquellos años. Un desnudo a contraluz delante de un ventanal de Manhattan es suficiente para que se altere nuestro pulso, ver a Rourke cruzar una calle con un ridiculo sombrero es tan poético como delirante o, ver un duelo asiático con pistolas entre humo y raíles roza la piel lo suficiente para que se erice el vello sin problema alguno.

Además ‘Manhattan Sur’ es un filme de esos denominados de «ambiente», es una película a lo Alan Parker donde las paredes y los personajes sudan, donde las calles son húmedas y las entrepiernas también. Es una película de las que una vez vistas mantiene su aliento dentro del espectador para que tenga ganas de volver a ella cada x tiempo y así enfadarse de nuevo con algunos momentos de la obra.

Así que catalogar esta producción es difícil, quizás en la sección de culto es donde se pueda encontrar más a gusto ya que podemos decir que es un thriller de mafias ochentero con hechuras de cine negro único, los hay similares pero ninguno está en la acera en la que se sitúa esta película. Además esos absurdos que vemos en frases o reacciones de los personajes o incluso, taras en el montaje o la puesta en escena, la hacen, aún más viva, especial o única. Además, otro factor que ayuda a verla tan singular y potente es su tiempo, es decir, estamos ante una película que hoy sería censurada. El personaje de Rourke, «el héroe», es salvaje, misógino, racista y odioso incluso, un personaje descatalogado hoy día.

Podemos afirmar que no estamos ante una obra maestra, eso seguro, pero, de alguna manera estamos ante un film de peso dentro de su mercado. Nadie está genial en la película a excepción de su director de fotografía y el de diseño de producción (Alex Thompson y Wolf Kroeger), pero el todo la hace como ya hemos dicho especial.

Sobre el personaje de Rourke, Stanley White, decir que estoy prácticamente seguro que fue compañero de Travis Bickle (Taxi Driver) en Vietnam.

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