EL APARTAMENTO | La película más compleja y sencilla que ha dado el cine

Kubelik (Jack Lemmon) observa en penumbra bajo la lluvia y la luz de una farola, como una pareja entra a su apartamento para disfrutar de una idílica noche de amor furtivo.
Baxter (Shirley MacLaine) usa un espejo roto para verse a si misma tal cual se siente.
Solo estás dos ideas son suficientes para retratar de forma perfecta la situación y personalidad de los dos protagonistas de una de las películas más redondas que ha dado el cine. Sí uno busca un minuto vacío en El Apartamento no lo va a encontrar porque no existe. 8 meses tardó Billy Wilder para escribir un guión perfecto que usa de forma inigualable las palabras para rellenar las ideas que no se reflejan en imágenes. De este modo El Apartamente es uno de los filmes que mejor representa que es el cine, una expresión artística gobernada por la imagen donde la palabra rellena lo que ella no puede expresar.

El otro gran logro de El Apartamento es su corazón: un drama de amargura romántica y de humillación social enmascarado bajo una dulzura cómica e interpretativa que la convierten en una de las comedias más lumínicas y depremimente por igual que el cine ha dado. El Apartamento es tierna y mezquina, inocente y mordaz, gamberra y sería, dramática y cómica, humilde y compleja, crítica y comprensiva, romántica y grotesca y muchas más cosas que quieras buscar. Es una película que habla sobre las miserias del ser humano y la sociedad y al mismo tiempo, sobre el amor y la bondad de estos mismos.
Cada detalle, cada cuadro, cada ensere, cada atrezzo o vestuario y cada movimiento de cámara están tan medidos al milímetro pero a la vez tan escondidos bajo una puesta en escena tan sencilla y humilde, que es necesario ver varias veces la obra para darnos cuenta que estamos ante una de las mayores obras maestras que jamás el cine ha dado. Y para colmo tenemos a un Jack Lemmon genial acompañado de un Shirley MacLaine que posiblemente posee el plano con el rostro más bello que ha dado el cine.
