Puntuación: **
Visual: **
Narrativa: ***
Hace exactamente 32 años Warner Bros decidió resucitar el mito de Tarzán que llevaba décadas encerrado con una nueva visión sobre el personaje mucho más seria y académica quitándole toda la carga pulp de la que Edgar Rice Burrough había dotado al personaje y por lo que había sido conocido en anteriores encarnaciones cinematográficas. Para ello llamaron al realizador británico Hugh Hudson que venía de sorprender a todo el mundo con \’Carros de fuego\’, la película triunfadora en los Óscar de 1981. Además, también contaría con la colaboración del legendario guionista Robert Towne que firmaría el guión bajo el seudónimo P. H. Passat. El resultado fue Greystoke la leyenda de Tarzán, un auténtico fracaso comercial y crítico. Pues bien, ahora tenemos una especie de pseudo secuela no oficial donde el legendario Tarzán regresa a sus orígenes.
Pero con Tarzán no solo ahí queda la cosa, Disney también intentó revitalizar al personaje ajustando las características de la nueva generación la llamada Generación X a través de la película animada Tarzán en 1999 que comenzó a significar el declive de la compañía como estudio dominante de la animación contemporánea. por aquellas fechas.
Pero, teniendo en cuenta ambos fracasos, Warner decide volver a la carga y para ello adapta un cómic prácticamente desconocido que nos sitúa en un lugar y una época donde Tarzán ya no es el personaje al que estamos acostumbrados, sino que se trata de un hombre ya asentado en la civilización victoriana y que debe afrontar su regreso a la selva.
Y si algo tenía claro Warner es que tras todos los clásicos de los años 30; la película de 1984; el film de Disney e incluso una último versión infantil de animación digital de hace apenas unos años, el personaje ya era más que conocido en sus orígenes, así que para que perder el tiempo en volver a contar la misma historia si podíamos hacer una especie de continuación de aquel título interpretado por Christopher Lambert.
Pues bien, ya estamos en ello y este film está en nuestras carteleras mostrando un poco lo que se esperaba. Primero que el exceso digital y su no bien tratado proceso acaba por derrumbar cualquier proyecto que tenga visos de \”realismo\”. Hasta que los productores y directores no se den cuenta de esto, vamos a estar sufriendo torturas visuales que para colmo El Renacido ha demostrado con su oso digital que ya pueden ser evitables. Partiendo de esta premisa desde mi punto de vista ya todo el conjunto se va al garete y no puede aprobar (el mismo film de 1984 dejaban una aspecto mucho más realista que este mal festín digital).
Segundo, que hasta que los productores y directores no se den cuenta que los músculos y el físico vende pero destroza también el realismo de época, no vamos a llegar a ningún lado. Un espectador puede ver aceptable el físico musculoso de Alexander Skarsgård en un film que trate un periodo actual o cualquier film superheróico que se precie. Incluso una figura de época como Conan proveniente del cómic debe ser entendida con este físico y por supuesto aquellos personajes bélicos que también interpretaron Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone. Pero, ni un profesor de física actual ni un personaje del siglo XIX, deben ser contemplados con esa perfección anatómica tallada en un gimnasio del siglo XXI.
Tras estos dos apuntes que me hacen enfadar, todo lo demás sobra ya que el la historia ha quedado en un segundo plano debido al destrozo visual y de puesta en escena que la maldita taquilla ha arruinado una vez más.
Pero aún así, seré benévolo y acabaré esta crítica diciendo que en definitiva, los trasfondos políticos, raciales y económicos que podemos ver en \’La leyenda de Tarzán\’ hacen que tenga un punto de vista único y claramente interesante ya que apenas se conoce la historia del Tarzán cinematográfico más allá de la jungla, aunque también apuntar que las escenas destinadas claramente para emocionar no acaban de cumplir su cometido. La acción deriva en un desenlace que, debido a que se ambienta en unos hechos reales, no acaba de convencer ni mucho menos. Pero es una película que entretiene, e incluso que si perdonas los dos apuntes negativos ya explicados, sirve para pasar la tarde sin que te arrepientas de haber elegido ver esta película.
En mi caso, no puedo perdonarlos así que termino diciendo que a modo subjetivo (como toda crítica) y no objetivo, Tarzán me ha parecido el fiasco que se esperaba tras ver los diferentes avances.
PD: Margot Robbie es un bombón que se va a merendar este verano
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