CINE ERÓTICO ITALIANO | ACTRICES ITALIANAS AL DESNUDO
El cine italiano siempre ha tenido una de las cinematografías más atrevidas a nivel de desnudos y erotismos, que siempre hemos conocido. Nombres claves como Tinto Brass, han creado una tendencia única que ha marcado el erotismo e incluso el porno de la actualidad.
Pero además de este cine tan explícito, Italia siempre ha sido cuna de libertades como han demostrado en infinidad de ocasiones directores clásico como el mismísimo Fellini. A este atrevimiento, lo ha acompañado las madonnas italianas, esas actrices raciales y voluminosas que siempre han sido icono de la belleza y la carnalidad como por ejemplo la más reciente Mónica Bellucci o Manuela Arcuri.
Por eso no queríamos dejar de homenajear el erotismo surgido de nuestros vecinos, y de una de las filmografías no solo más atrevidas, sino más interesantes de la historia del séptimo arte. Aquí, los grandes mitos del cine erótico italiano
Laura Antonelli:
La actriz nacida en Croacia en 1941 fue el símbolo inobjetable del cine erótico italiano de los años 70. Es más, la Antonelli, fue para muchos la representación de la mujer italiana ligera de ropas y rápida en la cama, eternamente vestida sólo para las veladas, objeto del deseo de adolescentes y también de viejos verdes, usualmente de profesión sirvienta o empleada doméstica y no demasiado voluptuosa de cuerpo. Era algo así como la contraparte delgada, huesuda y menuda de sus antecesoras Sofía Loren o Claudia Cardinale en los años 60. Su primer éxito fue El placer de Venus (1969), seguida de A su excelencia le gustan las mujeres (1972) de Lucio Fulci y, con gran éxito, de Malicia (1973), taquillazo de Salvatore Samperi, donde era una empleada deseada de pies a la cabeza por un viudo y sus tres hijos. Laura Antonelli, que no era mala actriz, ganó el premio David di Donatello (una suerte de Oscar italiano), por esa película y en 1975 incluso protagonizó El inocente, la última cinta de Luchino Visconti. Ese mismo año hizo Divina criatura (1975), con Terence Stamp, y seis años después incluso actuó en Entre el amor y la muerte, producción ambientada en el siglo XIX dirigida por Ettore Scola. En 1991 terminó su carrera con Malizia 2000, una secuela de su éxito Malicia. Fue una mala película. Luego vendría una vida de depresión, acusación de posesión de drogas e internamientos en el psiquiátrico. Ayer, con 73 años, la encontraron muerta en su casa de Roma.
Ornella Muti
Ornella Muti fue la sucesora natural de Laura Antonelli, aunque bastante más discreta como actriz. Lo que no tenía en talento dramático, lo poseía sí en atributos físicos (más que su mencionada compatriota). Como buena actriz de cine erótico que se precie de tal Ornella Muti no se llama así (Antonelli era originalmente Antonaz), sino que Francesca Rivelli. Curiosamente debutó a los 15 años interpretando justamente a una chica que se llamaba Francesca en La mujer más bella del mundo (1970) de Damiano Damiani. Actuó en películas de directores importantes como Dino Risi y Marco Ferreri y en Chile se hizo conocida en algunas producciones con el cantante y cómico Adriano Celentano: El fierecillo domado (1980) y Furiosamente enamorado (1981). Hizo de todo, desde Flash Gordon (1980) hasta, por ejemplo, Tierra del fuego (2000), de Miguel Littin.
Monica Bellucci
El gran director de comedias Dino Risi, que tenía una puntería prodigiosa con las mujeres y alguna vez tuvo un affaire con Anita Ekberg, hizo debutar a Monica Bellucci a los 26 años en la película para televisión Vita coi figli. Risi ya había dirigido a Laura Antonelli, Ornella Mutti y Gloria Guida entre muchas y hay que reconocer que tuvo bastante capacidad de persuasión: Bellucci empezó tarde y hasta ese momento sólo quería seguir siendo una modelo de alta cotización. Con estudios de derecho y domino del francés e inglés, la actriz nacida en la norteña región italiana de Umbría tuvo también una breve aparición como una de las sensuales novias del conde vampiro en el Drácula (1992) de Francis Ford Coppola. Tenía 27 años, pero la auténtica fama le llegó con Malèna, donde interpretaba a una irresistible siciliana, objeto del deseo y los sueños de todos los pueblerinos y, en particular de los adolescentes. Con el tiempo vendrían Irreversible (2002), donde tiene desnudos completos y es sucesivamente golpeada y violada, Matrix Revoluciones y Recargado (ambas del 2003) y, más recientemente, Le meraviglie de su compatrita Alice Rohrwacher
Gloria Guida
Gloria Guida tiene la misma edad que Ornella Muti (ambas nacieron en 1955) y era una suerte de competidora con menos perfil internacional y más derechamente erótica que la actriz romana. Delgada, rubia y de ojos azules, Guida empezó a actuar después de ser elegida Miss Teenage Italia en 1974 y ese mismo año protagonizó La ragazzina. Sólo le dedicó ocho años al cine y ya en 1982 estaba retirada, con apenas 27 años. Fue la clásica estrella de películas eróticas de público adolescente, generalmente ambientadas en el colegio o en enfermerías y donde las escenas de ducha eran el centro del universo. A Chile sus películas llegaron con frecuencia , entre ellas La colegiala (1975) y sus múltiples secuelas. Guida también cantaba y participó en el Festival de San Remo.
Agostina Belli
En 1974, el realizador Dino Risi (otra vez) le dio el rol de Sara a Agostina Belli para su notable comedia Perfume de mujer, que cerca de dos décadas después sería un objeto de remake en Hollywood con Al Pacino, En la original, el militar ciego era Vittorio Gassman y la chica que encuentran en cierto recodo del camino es Agostina Belli. Un año antes de esta producción, sin embargo, había saltado al estrellato con Mimí Metalúrgico Herido en el Honor de Lina Wertmüller, donde interpretaba a una mujer abandonada por su esposo que tenía un romance con un militar. En 1976 actuó en La diva del teléfono blanco de Dini Risi, con Vittorio Gassman, y por la que obtuvo un premio David di Donatello.
Tinto Brass:
Nació en Milán el 26 de marzo de 1933. Se graduó en Derecho en la Universidad de Ferrara y se casó con Carla Cipriani en Venecia en 1957. Su carrera en el cine comenzaría con su traslado a París junto a su esposa, para trabajar en el archivo de la Cinémathèque Française, una de las colecciones más prestigiosas y ricas del mundo. En ese tiempo conoció a directores, actores y fotógrafos como Henri Cartier-Bresson y Jean Renoir. De vuelta en Italia trabajó como ayudante de dirección de Alberto Cavalcanti, Joris Jvens y Roberto Rossellini.
En 1963 publicó su primera película Cualquier persona que trabaja se pierde; desde ese momento recibió la atención de la crítica. En 1964 dirigió dos episodios de The Little Bird y El coche de la película My Lady, protagonizada por Alberto Sordi y Silvana Mangano. En el mismo año y con los mismos actores filmó Platillo volante. Seguido de varias otras películas, entre las que cabe mencionar El Grito en 1968 que fue censura hasta 1974. En 1976, creó un éxito mundial con Calígula, que decidió no firmar debido a algunos problemas con la producción, que lo dejó fuera de la asamblea.
Tinto Brass supervisa personalmente la instalación de sus películas, lo que da a su obra una expresión del cine de autor. Ha explorado las complejidades del erotismo en una producción extensa de obras y colaboraciones. También ha dirigido teatro en obras como Cena familiar, de Roberto Lerici, que en 1968 se presentó en Nueva York y se convirtió en un éxito para la crítica y el público.
En 1976 dirigió The Sandman de Riccardo Rehim, y en 1990 Lulu de Wedekind. En 2006, el año de la muerte de su inseparable esposa, la Cinémathèque Française en París dedicó a Tinto Brass un homenaje retrospectivo titulado Elogio de la silla o Elogio de la carne, con la proyección en la prestigiosa sala de los Grandes Bulevares. Se le considera como “el cineasta más maníaco sexual realizador de erotomanía” y el maestro del erotismo.
No se puede negar que el cine italiano siempre ha tenido una de las cinematografías más atrevidas a nivel de desnudos y erotismo que hemos conocido. Nombres claves como Tinto Brass, han creado una tendencia única que ha marcado el erotismo e incluso el porno de la actualidad. Hoy queremos hacer un pequeño repaso a este atrevido cine que tanto agitó en el pasado.
Además de este cine tan explícito, Italia siempre ha sido cuna de libertades como han demostrado en infinidad de ocasiones directores clásico como el mismísimo Fellini. A este atrevimiento lo ha acompañado las madonnas italianas, esas actrices raciales y voluminosas que siempre han sido icono de la belleza y la carnalidad como por ejemplo la más reciente Mónica Bellucci o Manuela Arcuri.Por eso no queríamos dejar de homenajear el erotismo surgido de nuestros vecinos, y de una de las filmografías no solo más atrevidas, sino más interesantes de la historia del séptimo arte. Aquí, los grandes mitos del cine erótico italiano.
Laura Antonelli:
La actriz nacida en Croacia en 1941 fue el símbolo inobjetable del cine erótico italiano de los años 70. Es más, la Antonelli, fue para muchos la representación de la mujer italiana ligera de ropas y rápida en la cama, eternamente vestida sólo para las veladas, objeto del deseo de adolescentes y también de viejos verdes, usualmente de profesión sirvienta o empleada doméstica y no demasiado voluptuosa de cuerpo. Era algo así como la contraparte delgada, huesuda y menuda de sus antecesoras Sofía Loren o Claudia Cardinale en los años 60. Su primer éxito fue El placer de Venus (1969), seguida de A su excelencia le gustan las mujeres (1972) de Lucio Fulci y, con gran éxito, de Malicia (1973), taquillazo de Salvatore Samperi, donde era una empleada deseada de pies a la cabeza por un viudo y sus tres hijos. Laura Antonelli, que no era mala actriz, ganó el premio David di Donatello (una suerte de Oscar italiano), por esa película y en 1975 incluso protagonizó El inocente, la última cinta de Luchino Visconti. Ese mismo año hizo Divina criatura (1975), con Terence Stamp, y seis años después incluso actuó en Entre el amor y la muerte, producción ambientada en el siglo XIX dirigida por Ettore Scola. En 1991 terminó su carrera con Malizia 2000, una secuela de su éxito Malicia. Fue una mala película. Luego vendría una vida de depresión, acusación de posesión de drogas e internamientos en el psiquiátrico. Ayer, con 73 años, la encontraron muerta en su casa de Roma.
Ornella Muti
Ornella Muti fue la sucesora natural de Laura Antonelli, aunque bastante más discreta como actriz. Lo que no tenía en talento dramático, lo poseía sí en atributos físicos (más que su mencionada compatriota). Como buena actriz de cine erótico que se precie de tal Ornella Muti no se llama así (Antonelli era originalmente Antonaz), sino que Francesca Rivelli. Curiosamente debutó a los 15 años interpretando justamente a una chica que se llamaba Francesca en La mujer más bella del mundo (1970) de Damiano Damiani. Actuó en películas de directores importantes como Dino Risi y Marco Ferreri y en Chile se hizo conocida en algunas producciones con el cantante y cómico Adriano Celentano: El fierecillo domado (1980) y Furiosamente enamorado (1981). Hizo de todo, desde Flash Gordon (1980) hasta, por ejemplo, Tierra del fuego (2000), de Miguel Littin.
Monica Bellucci
El gran director de comedias Dino Risi, que tenía una puntería prodigiosa con las mujeres y alguna vez tuvo un affaire con Anita Ekberg, hizo debutar a Monica Bellucci a los 26 años en la película para televisión Vita coi figli. Risi ya había dirigido a Laura Antonelli, Ornella Mutti y Gloria Guida entre muchas y hay que reconocer que tuvo bastante capacidad de persuasión: Bellucci empezó tarde y hasta ese momento sólo quería seguir siendo una modelo de alta cotización. Con estudios de derecho y domino del francés e inglés, la actriz nacida en la norteña región italiana de Umbría tuvo también una breve aparición como una de las sensuales novias del conde vampiro en el Drácula (1992) de Francis Ford Coppola. Tenía 27 años, pero la auténtica fama le llegó con Malèna, donde interpretaba a una irresistible siciliana, objeto del deseo y los sueños de todos los pueblerinos y, en particular de los adolescentes. Con el tiempo vendrían Irreversible (2002), donde tiene desnudos completos y es sucesivamente golpeada y violada, Matrix Revoluciones y Recargado (ambas del 2003) y, más recientemente, Le meraviglie de su compatrita Alice Rohrwacher
Gloria Guida
Gloria Guida tiene la misma edad que Ornella Muti (ambas nacieron en 1955) y era una suerte de competidora con menos perfil internacional y más derechamente erótica que la actriz romana. Delgada, rubia y de ojos azules, Guida empezó a actuar después de ser elegida Miss Teenage Italia en 1974 y ese mismo año protagonizó La ragazzina. Sólo le dedicó ocho años al cine y ya en 1982 estaba retirada, con apenas 27 años. Fue la clásica estrella de películas eróticas de público adolescente, generalmente ambientadas en el colegio o en enfermerías y donde las escenas de ducha eran el centro del universo. A Chile sus películas llegaron con frecuencia , entre ellas La colegiala (1975) y sus múltiples secuelas. Guida también cantaba y participó en el Festival de San Remo.
Agostina Belli
En 1974, el realizador Dino Risi (otra vez) le dio el rol de Sara a Agostina Belli para su notable comedia Perfume de mujer, que cerca de dos décadas después sería un objeto de remake en Hollywood con Al Pacino, En la original, el militar ciego era Vittorio Gassman y la chica que encuentran en cierto recodo del camino es Agostina Belli. Un año antes de esta producción, sin embargo, había saltado al estrellato con Mimí Metalúrgico Herido en el Honor de Lina Wertmüller, donde interpretaba a una mujer abandonada por su esposo que tenía un romance con un militar. En 1976 actuó en La diva del teléfono blanco de Dini Risi, con Vittorio Gassman, y por la que obtuvo un premio David di Donatello.
Tinto Brass:
Nació en Milán el 26 de marzo de 1933. Se graduó en Derecho en la Universidad de Ferrara y se casó con Carla Cipriani en Venecia en 1957. Su carrera en el cine comenzaría con su traslado a París junto a su esposa, para trabajar en el archivo de la Cinémathèque Française, una de las colecciones más prestigiosas y ricas del mundo. En ese tiempo conoció a directores, actores y fotógrafos como Henri Cartier-Bresson y Jean Renoir. De vuelta en Italia trabajó como ayudante de dirección de Alberto Cavalcanti, Joris Jvens y Roberto Rossellini.
En 1963 publicó su primera película Cualquier persona que trabaja se pierde; desde ese momento recibió la atención de la crítica. En 1964 dirigió dos episodios de The Little Bird y El coche de la película My Lady, protagonizada por Alberto Sordi y Silvana Mangano. En el mismo año y con los mismos actores filmó Platillo volante. Seguido de varias otras películas, entre las que cabe mencionar El Grito en 1968 que fue censura hasta 1974. En 1976, creó un éxito mundial con Calígula, que decidió no firmar debido a algunos problemas con la producción, que lo dejó fuera de la asamblea.
Tinto Brass supervisa personalmente la instalación de sus películas, lo que da a su obra una expresión del cine de autor. Ha explorado las complejidades del erotismo en una producción extensa de obras y colaboraciones. También ha dirigido teatro en obras como Cena familiar, de Roberto Lerici, que en 1968 se presentó en Nueva York y se convirtió en un éxito para la crítica y el público.
En 1976 dirigió The Sandman de Riccardo Rehim, y en 1990 Lulu de Wedekind. En 2006, el año de la muerte de su inseparable esposa, la Cinémathèque Française en París dedicó a Tinto Brass un homenaje retrospectivo titulado Elogio de la silla o Elogio de la carne, con la proyección en la prestigiosa sala de los Grandes Bulevares. Se le considera como “el cineasta más maníaco sexual realizador de erotomanía” y el maestro del erotismo.
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