Una película así, que ya parte con un título que es a la vez sinopsis perfecta, merece la atención de todo fanático y seguidor del cine freak y más allá. ¿Dónde estaba yo cuando en ese año 1990 el cine parió una película como “Yo compré una moto vampiro”?; ¿cómo puede ser que tenga una valoración tan irrisoria cuando estamos hablando de un largometraje que es una locura?; puede parecer una exageración pero creo muy en serio que le falta muy poco, apenas ese empujón que no se sabe de dónde aparece y que es necesario para considerarla una cult movie. Le falta poco para eso, porque lo tiene todo.

Es cutre porque es menos que serie B, es divertida porque en ningún momento pretende hacer otra cosa que alejarse de toda seriedad, está a años luz, no esconde ninguna otra pretensión que el cachondeo. ¿Un cura haciendo un exorcismo a la moto?; ¿la pelea de bar más lamentable que te puedan echar a la cara?; ¿el uso más cutre de cualquier método que nos acerque al gore?; una película sin complejos capaz de inventar uno de los pasajes oníricos más inolvidables (por lo escatológico) y no renunciar a una coherencia dentro de la absurda premisa de la que parte: ¿compraste una moto vampiro?; pues acarrea con las consecuencias…

Para no perdérsela si se pone a tiro…

Yo compre una moto vampiro
…y busco a un mecánico con una buena estaca
Yo compre una moto vampiro
“Yo compre una moto vampiro” es una película de serie b (tirando a z) de esas que hay que tomarse a broma y verla bien puesto de algo para no acabar maldiciendo a su director, un tal Dirk Campbell, ¿no os suena? Si hombre! ese que después de semejante despropósito solo a dirigido series infantiles como “El jardín de los sueños”, “Rocket’s Island” y “Los cuentos de la amistad de Winnie the Pooh” (ejem).

Como ya tengo una edad y hay que cuidarse, o eso dicen, la he visto totalmente sobrio, y os puedo asegurar que se hace larga de cojones. Obviamente, la crítica va a estar plagada de spoilers porque en éste tipo de películas creo es algo que importa bien poco, y como tampoco hay mucho que “rascar” que digamos, pues eso.

Cuando el miembro de una banda de motoristas mata a un ocultista, el espíritu diabólico que la víctima evocaba se encarna en una moto. Tras ser comprada y arreglada revelará su auténtica naturaleza y buscará vengarse del motero que causó su muerte.

Nick Oddie (Neil Morrissey), más conocido como Noddy, compra una moto que en vez de funcionar con gasolina funciona con sangre. Por suerte, no tiene que preocuparse de llenarle el deposito por la sencilla razón de que la moto tiene voluntad propia y se alimenta ella solita.

La moto en cuestión, es una auténtica hija de puta que solo responde ante el espíritu del ocultista satánico de turno. Conforme avanza la peli, va mostrando cada vez más su verdadera personalidad, dando rienda suelta a su sed de venganza.

Al principio, Noddy, cree que los problemas para controlar la maquina son debidos a problemas mecánicos, pero por desgracia, no hay ningún mecánico que pueda ayudarle.

Un detective que recuerda mucho a Colombo hace aparición tras la muerte del mejor amigo de Noddy, a la vez que éste empieza a tener extrañas pesadillas en las que habla con su propia mierda, uno de los momentos más divertidos que nos hará recordar al entrañable Mr. Hankey, más conocido por estos lares como el Sr. Mojón (South Park).

La moto ira haciendo de las suyas, y Noddy empezará a sospechar que lo que pasa va mucho más allá de ser un simple problema mecánico, por lo que ira a ver a un cura. El cura, como es normal, piensa que le está tomando el pelo, pero al final acaba accediendo, y juntos se disponen a arreglar el problema.

En este punto, asistiremos al exorcismo de una moto poseida por el espíritu diabólico de un ocultista vampiro, con agua bendita y todo (…). Y como paso de hablaros del final, solo comentare que las muertes no están nada mal y seguramente sea de lo único rescatable del film junto con la escena del mojón parlante.

La banda sonora es una auténtica mierda y las actuaciones, bueno, la moto no lo hace del todo mal. Es una película mala, sin duda, pero (para mi) no tan mala como para ser buena. Verla o no, es decisión vuestra.

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