CINEMATTE FLIX ACONSEJA VER LAS PELÍCULAS EN EL CINE O COMPRADAS EN DVD/BLU-RAY
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Eso de “menos es más” se aplica perfectamente a una obra que se nos antoja de obligado visionado aunque de dudosa aceptación por parte del público mainstream.
La película consigue gracias a su fotografía, sus interpretaciones y el uso del ritmo y la cámara de Sidney Lumet, momentos de una tensión más que magnética, pero, quizás su temática a día de hoy una simple quimera, puede hacer que el espectador no llegue a sentirse tan dentro de la historia como sí ocurrió en su fecha de estreno donde la guerra fría era una “realidad” para la gran mayoría de los norteamericanos.
Lo que sí que no entiende de periodos históricos son las interpretaciones y la creación de personajes y es ahí donde Henry Fonda como presidente de los Estados Unidos consigue ser la estrella de una película en la que Sidney Lumet en sus inicios, aboga por el expresionismo y la modernidad del montaje y los efectos visuales.
La apertura del filme con una corrida de toros en negativo, es la base por la que la modernidad visual de aquellos años se apodera de toda la puesta en escena para dar la sensación de estar delante de una producción de mayor embergadura de la que realmente era. En algunos momentos, la película nos recuerda a obras como ‘El Proceso’ de Orson Welles hablando siempre de elementos visuales. Pero, es quizás la abstracción de lo complejo en términos de composición, lo que mayor fuerza. Un teléfono ocupa el espacio y el primer plano para dejar a Fonda en segundo sobre la nada,composición visual abstracta que representa de forma perfecta el espíritu de la obra.
La película por tanto es una obra que recomendamos ver aunque tenemos claro que no va a llegar al corazón de la mayoría del público, pero, “obligamos” que todo el mundo la acabe para poder disfrutar de un final que hiela la sangre. No es una película que verías todos los años, pero si una que debes ver una vez al menos.