Con la llegada de la tecnología al cine, y con la nueva política de centrar las películas blockbuster en el público más joven, los 80s fueron el reinado absoluto de la fantasía, la hipérbole, la locura, la abstracción y lo indefinible. De toda esa argamasa de fracasos y gloria, podemos afirmar que ‘Golpe en la pequeña China’ de John Carpenter es la menos convencional y al mismo tiempo, la más canónica.

Comedia, acción, burlesque, terror, fantástico, parodia, artes marciales… ¿Qué es realmente Golpe en la pequeña China? Pues no seré yo quien diga a qué nos enfrentamos en esta película pero lo que sí se es que han pasado casi 40 años de su estreno y sigue funcionando sin caer nunca en el ridículo.

Sabemos que la grandeza de una obra de arte recae en crear su propia geografía y que está se adapte de forma perfecta a nuestros gustos. Y eso hace John Carpenter con este filme. ‘Golpe en la pequeña China’ crea su propia geografía fílmica donde la realidad y la ficción o donde lo creíble y lo increíble funcionan a la perfección. Desde el minuto uno la película nos sitúa ante un héroe real y ante un mundo real pero siempre dejando claro que esa realidad sólo es posible dentro del cosmos que Carpenter ha diseñado y es ahí donde la magia hace que el humor, el terror, lo fantástico y lo humano se den la mano en una aventura que nos atrapa para adentrarnos en un laberinto los espejos a máxima velocidad.

El ritmo es vertiginoso y capaz de cambiar de género de una manera que nunca se ha visto pero siempre no sabemos si gracias a su director o a un glorioso Kurt Russell, de forma totalmente efectiva. Incluso su final es algo que se sale de lo común (en aquellos años) para dejarnos un final sin final.

‘Golpe en la pequeña China’ es para todo el mundo excepto para remilgados, es la obra de los 80s que gracias a sus sintetizadores y a sus efectos visuales y especiales, mejor recoge el espíritu del cine de aquellos pero, curiosamente es la obra que no tiene ningún otra copia o representación. Es la obra que pertenece a todos los géneros y quizás a un único llamado ‘Golpe en la pequeña China’.