Si uno hoy pone la oreja en la mesa contigua en un bar, vera rápidamente como no están hablando de la última tontería serial de Netflix, de alguna adaptación literaria de fantasía de HBO o de la última serie Marvel de Disney +, ni siquiera hablan de la reciente gran producción estrenada de Amazon Prime Video, la gente de la mesa de al lado está hablando o de Barbie o Oppenheimer.
Esto nos dice que cuando Sauron tenía la batalla ganada, la espada de Isildur vestida de rosa nuclear le cortó los dedos al streaming para arrebatarle el anillo que corrompe el alma de los espectadores pero ¿va durar mucho está victoria? ¿O Sauron volverá a corromper el alma del pueblo una vez termine el verano?
Personalmente creo que esto es solo un amor de verano, un amor eso sí que ha conseguido llegar a todo el mundo gracias a dos propuestas paralelas que abarcan todas la edades y géneros, es decir, Barbie y Oppenheimer son un «Titanic» partido en dos. ‘Barbie’ está siendo el festín de las mujeres, adolescentes y niños, sobre todo niñas y ‘Oppenheimer parece ir directamente al cinéfilo, adolescentes y hombres, el caso es que ambas son buenas películas y ambas están dirigidas a todo tipo de espectador y encima han apostado por un estreno simultáneo que en vez de hacer que se entorpezcan, hs hecho que se retroalimenten.
‘Barbie’ va a alcanzar los 1400 millones de dólares prácticamente seguro, si no más, y Oppenheimer pasará los 600 sin despeinarse es decir, ambas van a pasar la mágica cifra de los 2000 millones, cifra que muy pocos han conseguido en la historia lo que nos dice que estamos ante algo serio y más en época de vacas flacas pero aún así me da, que cuando llegue el frio y se pasen los sudores, de nuevo el poder de Saurón y sus secuaces empezará a mellar en el espíritu endeble de los Gollum. Pero bueno, lo que al menso queda claro es que el opio fílmico ha penetrado en los poros de los débiles con lo cual el retorno del rey está cada vez más cerca.