Puntuación: *
Visual: **
Narrativo: *
Sabemos que Netflix no es especialista en estrenos cinematográficos. Su parrilla en el apartado cine aún deja mucho que desear, pero, eso no quita para que encontremos hallazgos más que interesantes. Uno de esos es Tiburón 4 La Venganza, cuarta parte oficial de la saga Tiburón iniciada por Spielberg y que no sabemos porqué, no llego junto al pack de trilogía publicado en DVD. Así que por fin llega la ocasión perfecta de poder ver las 4 películas seguidos en una buena calidad visual de 1080p.
Decir que lo importante es poder ver esta curiosa 4ª parte que siempre ha tenido difícil acceso, ya que la calidad de la película deja mucho que desear (realmente todas menos la obra maestra original).
Tiburón generó tres secuelas directas, ninguna de las cuales pudo repetir el éxito de la original; ni siquiera la suma de todas sus ganancias se aproxima a lo que ganó la primera. En octubre de 1975 Spielberg afirmó ante los asistentes a un festival de cine que «hacer una secuela es solo un truco barato de feria». Sin embargo, se planteó sumarse a la primera secuela cuando su director, John D. Hancock, fue despedido tan solo unos días antes de iniciar el rodaje. Finalmente, sus obligaciones con la filmación de Encuentros en la 3ª fase, que protagonizaba precisamente Dreyfuss, lo hizo imposible. Tiburón 2 acabó siendo dirigida por Jeannot Szwarc y los actores Scheider, Gary, Hamilton y Jeffrey Kramer repitieron en sus personajes. Esta primera secuela es considerada generalmente como la mejor de todas ellas. Tiburón 3 se estrenó en 1983 bajo dirección de Joe Alves, quien había trabajado como director de arte y diseñador de producción, respectivamente, en las dos anteriores. Protagonizada por Dennis Quaid y Louis Gossett, Jr., esta película se estrenó en pantalla grande en 3D, aunque este formato no se transfirió en sus ediciones domésticas.
Y nos encontramos en pleno 1987, año en el que se estrenaron películas como Depredador. Tiburón, la venganza, se estrenó ese mismo año y fue protagonizada por Michael Caine y Lorraine Gary, ya en el papel de la viuda de Brody. Dirigida por Joseph Sargent, esta película es considerada una de las peores de todos los tiempos, pero, vayamos a analizarlo.
La muerte inicial del hijo pequeño del jefe Brody así nos lo quiere mostrar, antes de ser devorado por el famoso tiburón blanco sufre la amputación a causa de un mordisco de su brazo izquierdo, pues bien esta escena es digna de los anales de los efectos especiales pero sencillamente por ser de lo peor visto en la historia del cine moderno. Es curioso ver como ese mismo año veíamos trabajos de FX como los de Depredor a manos de Stan Winston, y al mismo tiempo no eran capaz de poder simular la amputación de un simple brazo. Por suerte, conforme avanza el film, la cosa mejora un poco en el terreno de los efectos visuales, pero, vayamos a otros aspectos más enfocados a la calidad general del film.
Pero, aunque oficialmente es una secuela oficial, también queda claro que es una tardía e innecesaria secuela (por no decir increíble teniendo en cuenta el semejante punto de partida del argumento, con un tiburón vengador… no comments) completamente fallida sin terminar de convencer desde el factor psicológico y poseer mucho menos suspense y acción que en las anteriores, y sin resultar para la quema pues al fin y al cabo se deja ver bien en una tarde lluviosa.
Así que como película a tener en cuenta es realmente prescindible, pero como secuela de Tiburón y más si tienes Netflix en casa, es de obligación ponerse la tetralogía al completo por orden cronológico, cerrando claro está con esta última entrega que al menos fue rodada en las aguas de Nasáu y ya solo eso se agradece y se disfruta.
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