El nuevo jefe de policía (Bruce Li) llega a una pequeña ciudad de provincias. Ha sido acusado de llevar a una peligrosa pandilla ante la justicia. Pero en cuestión de segundos, el jefe provoca un enfrentamiento con sus perezosos diputados. Al darse cuenta de que no están a la altura del trabajo, solicita la ayuda de algunos de sus prisioneros, ofreciendo indultos a aquellos que sobreviven al encuentro con la pandilla. Estos incluyen a un viudo (Wang Yung Sheng), encarcelado por matar a los hombres que asesinaron a su esposa, un experto en lanzamiento de cuchillos (Lung Fei) que también hace tiempo para el asesinato de un magistrado corrupto, un carterista y una joven huérfana para vengar la muerte de sus padres. El jefe revela su dedicación a sangre fría a la misión cuando ahorca a un prisionero por tratar de escapar. El grupo, tanto los prisioneros como la policía, finalmente se unen y rastrean la sede de la pandilla para encontrar al líder (Chen Hsing). Después de un largo y sangriento cuerpo a cuerpo, todos yacen muertos excepto el jefe.
