Imprescindibles by Lucen | Saga OSS 117 | Hazanavicius y Dujardin

142222092453177244066968648 Imprescindibles by Lucen | Saga OSS 117 | Hazanavicius y Dujardin

Racista, clasista, misógino, con una sexualidad tan ambigua como su sentido del decoro; narcisista, ególatra, altivo, violento, sádico, brutal… y, por encima de todo, profundamente estúpido. He aquí el retrato de OSS 117, agente del servicio secreto francés, epítome paródico del macho galo tradicional. Este personaje, desbordado por sus propias carencias morales e intelectuales, es el eje delirante de una de las comedias más refinadas y lúcidas del absurdo que ha dado el cine europeo en lo que va de siglo.

La comedia francesa, a diferencia de la española —con la que comparte una intensidad expresiva opuesta pero complementaria—, posee una elegancia en el desatino que parece destilarse directamente de las calderas alquímicas de Panoramix. Hay en ella un ingenio específico, casi genético, que hunde sus raíces en la figura tutelar de Jacques Tati. Y así, como si cada nueva generación de humoristas visuales heredara fragmentos desperdigados de su genoma creativo, el cine cómico francés sigue produciendo obras de una identidad inconfundible.

En ese linaje se inscribe Michel Hazanavicius, cineasta de talento singular cuya obra, a menudo subestimada, merece una mirada más justa. Aunque the artist le valió el reconocimiento internacional y el favor de la Academia de Hollywood, su universo autoral, exquisitamente irónico y técnicamente impecable, encuentra también en las aventuras de OSS 117 una de sus manifestaciones más notables y originales. Hazanavicius, sin duda, es uno de los nombres imprescindibles del cine francés contemporáneo.

En su día la crítica quiso emparentar a OSS117 con  Austin Powers pero nada más lejos de la realidad. Ambos bordean la sensación de vergüenza y tristeza que les produce su penosa condición humana, pero mientras que 117 lo hace desde el estilo y la inteligencia, Austin lo hace desde lo instriónico y lo pop al igual que nuestro Torrente lo hace desde lo vulgar.
Está claro que son tres propuestas de lo mismo que definen a cada territorio que representan pero desde los terrenos del cine que ese no entiende de fronteras, podemos aseverar que OSS117 está muchos escalones más arriba en términos de lenguaje y calidad cinematográfica.
Mientras que Torrente y Austin recurrían al chiste fácil, Hazanavicius se abona a lo sutil para dinamitar desde dentro lo políticamente correcto. Es decir, el agente francés es en apariencia el más educado en sus chistes pero en cambio es el que atreve a derribar muros mucho más difíciles que los que derriban los otros dos agentes.

La película es una parodia de las del James Bond Conneryano, está ambientada en los años 60, (magníficamente ambientada), con un confuso pero resultón guión y unos diálogos que acentúan la besuguez de los personajes, a cual más impresentable y que recuerdan a los de «Aterriza como puedas». Es dificil el humor francés, pero en este caso, el director y guionista buscan reirse de si mismos, en un ejercicio arriesgado, pero exitoso a la vista de los resultados. Si en España tenemos a Torrente, ruin, zafio, vulgar, machista, patético, los franceses tienen a OSS 117. Una delicia en la que sólo hay que matizar que de momento posee dos entregas (en su versión moderna): ‘OSS 117: El Cairo, nido de espías’ y ‘OSS 117: Perdido en Rio’.

Puede que te hayas perdido

ANDOR: TERRAFORMANDO LA MAGIA