En El último gran héroe, John McTiernan despliega una reflexión profunda sobre la naturaleza del cine de acción y su inevitable decadencia, utilizando como vehículo narrativo la figura icónica de Arnold Schwarzenegger. La cinta alcanza su momento de mayor lucidez cuando el protagonista traspasa el umbral entre el mundo fantástico, donde es invencible y las reglas de la realidad carecen de peso, y el mundo real, donde por primera vez enfrenta las consecuencias tangibles del dolor, el miedo y la vulnerabilidad. Es en este preciso instante cuando la película se transforma, revelando una carga emocional y una profundidad narrativa hasta entonces ausentes, logrando conectar al espectador con las tribulaciones de los personajes. Sin embargo, tras este destello de autenticidad, McTiernan nos conduce hacia una amarga constatación: el género que él mismo ayudó a consagrar estaba acercándose a su ocaso, y con ello, El último gran héroe emerge como una advertencia simbólica, en la que el creador de obras maestras del pasado anticipa, con elegancia y sutileza, la agonía de una era dorada del cine de acción.
Hoy vamos a hablaros de el nuevo cine de acción y como solemos hacer en estos artículos, empezaremos haciéndonos preguntas como: ¿Cuándo empieza? ¿Quiénes lo forjan? ¿Qué aporta?.. así que no os perdaís la siguiente entrada la cual nos dejará claro cuales fueron los orígenes y las causas de este polémico nuevo cine de acción que por suerte ha empezado a mutar y mejorar, gracias a directores como Christopher Nolan.
¿Cuándo empieza?
El realismo en las tramas heredado de los 70 se diluye hasta perderse y la comedia y la exageración se adueñan del protagonismo en las historias hasta llegar a convertir el género en una parodia de sí mismo, tal y como McTiernan presagió en El último gran héroe, así que quizás esta cinta sea el punto de inflexión del género. Como se contaba en esta película, el héroe de acción había llegado a ser invencible, dejaba de ser un ser real, ya no le afectaban los elementos físicos de la naturaleza, tampoco era capaz de sangrar ni, por supuesto, de morir. El género se estaba autodestruyendo y daba lugar a un amasijo sin forma de gags y exageraciones.
¿Quiénes crean el nuevo cine de acción?
Hay que decir que aunque algunos directores clásicos del género desaparecen con la nueva época, como es el caso de McTiernan o Walter Hill, otros siguen en activo y prácticamente liderando y aportando los mejores trabajos como James Cameron o Steven Spielberg, que siguen siendo los reyes del nuevo cine de acción actual. Cierto es que debido a que siempre estuvieron ajenos a géneros o modas, aunque fuesen influenciados levemente en algunos aspectos, la mayor parte de su forma de hacer cine fue propia y personal, algo que les ha valido para estar siempre en la ola del cine actual.
Pues bien, el cgi fue la Steadicam del nuevo siglo pero multiplicado por mil. Ahora no solo eran capaces de rodar cualquier elemento, escena o personaje por muy difícil que fuese de filmar. El cgi también podía sustituir el stop motion, algo que el espectador estaba empezando a rechazar por no ser lo suficientemente creíble. La animatrónica, que era demasiado costosa y que carecía de agilidad de movimientos, también podía ser sustituida por el naciente cgi. Por lo tanto, gracias al cgi podíamos retroceder al jurásico y ver diplodocus, triceratops o tyranosaurios desfilar por delante de nuestras pantallas. Así que ¿para qué buscar un protagonista principal cuando el protagonista verdadero podía ser mucho más impresionante?
Otro de los aspectos que ha cambiado con la llegada del cgi es la planificación de las secuencias de acción. Aquí hay una de cal y otra de arena. Gracias al cgi el plano secuencia en las escenas de acción, o en cualquier otra, puede llegar a crear momentos totalmente prodigiosos. Las posiblidades de crear un plano secuencia están en la misma capacidad imaginativa e inventiva del autor. Los Wachowski, por ejemplo, consiguen filmar la mejor persecución de la historia del cine gracias a esta técnica. Pero en el lado contrario y negativo, tenemos la dichosa creencia por parte de una serie de productores y directores de que la acción funciona a base de montaje en vez de planificación; con esta creencia tenemos una serie de directores, normalmente venidos del videoclip, que basan y componen los momentos de acción a base de corte de tijeras, pensando que mientras más planos por segundo aparezcan, mayor intensidad y tensión conseguirá la escena. Estos, no sé cómo llamarles, (realizadores o directores se les queda demasiado grande) son los responsables de la degeneración que está sufriendo el género.