Han transcurrido ya cuatro años desde que Daniel Craig dejó atrás el esmoquin en Sin tiempo para morir. Cuatro años de rumores, de quinielas infinitas y de un juego de espejos en el que cada semana aparecía un posible heredero del mítico 007. Sin embargo, el misterio persiste. Ahora, con James Bond 26 comenzando a tomar cuerpo bajo la batuta de Denis Villeneuve y con el guion de Stephen Knight, la partida parece estar entrando en una fase inesperada.
Y es que lo que se avecina no es un simple relevo, sino quizá un giro de timón en la imagen misma del agente secreto más célebre del cine. Quien creyera tener claro el rostro, la edad o incluso la estatura mediática del nuevo Bond, tal vez deba revisar su apuesta.
Un James Bond más veterano de lo previsto
La lógica parecía incontestable: si Amazon buscaba un actor que garantizara diez o quince años de acción y glamour, lo natural era elegir a alguien en la veintena o la treintena temprana. Por eso sonaban con fuerza nombres como Tom Holland, Harris Dickinson o Aaron Pierre.
Pero el panorama ha cambiado. El actor que ha sorprendido en las pruebas, Scott Rose-Marsh, roza ya los 37 años, y podría comenzar el rodaje camino de los 38. De pronto, intérpretes que parecían descartados —Henry Cavill, Theo James o incluso el eterno candidato Idris Elba— vuelven a entrar en la conversación. Puede que la juventud no sea la obsesión de Amazon y, con ello, el horizonte se ensancha.
El enigma de Amazon: estrellas o incógnitas
Rose-Marsh no es precisamente un rostro habitual de Hollywood. Su carrera comenzó en 2020 y su nombre apenas figura en titulares. Esto rompe con la idea de que Bond debía recaer en un actor ya consagrado. Pero conviene recordarlo: la saga nunca ha necesitado estrellas para triunfar. Sean Connery, Roger Moore o el propio Craig se convirtieron en iconos gracias al papel, no antes.
En este sentido, Amazon parece querer jugar con la tradición: que sea la propia marca James Bond la que convierta a un actor desconocido en mito.
La novedad estética: un Bond pelirrojo
De confirmarse, Rose-Marsh aportaría una rareza histórica: sería el primer James Bond pelirrojo. Puede sonar anecdótico, pero la saga ha demostrado que incluso el color de cabello puede desatar polémicas. Ocurrió con Daniel Craig, acusado de “traicionar” el canon por no tener el cabello oscuro como en las novelas. Ahora, el debate se reabre.
Lo cierto es que, en una franquicia tan icónica, cualquier desviación respecto a la “imagen tradicional” genera conversación. Y, guste o no, la conversación también es espectáculo.
Villeneuve, Knight y la maquinaria Bond
Amazon es consciente de que maneja una de las joyas más valiosas de la industria: 25 películas, más de 7.000 millones de dólares y seis décadas de legado. No hay prisa en anunciar a su nuevo protagonista porque todo debe encajar con precisión.
El fichaje de Denis Villeneuve como director es un golpe maestro: un cineasta capaz de combinar la modernidad visual con la herencia del mito. Stephen Knight, con su experiencia en tramas de intriga como Peaky Blinders, garantiza una narrativa de tensión y estilo. La elección del actor será, simplemente, la guinda de este elaborado pastel.
¿Un Bond que rompa las reglas?
La gran pregunta sigue flotando: ¿optarán por un Bond joven y longevo, o por un intérprete maduro que aporte carisma inmediato? ¿Seguirá la línea de Craig, con un agente físico y emocionalmente áspero, o se recuperará la sofisticación clásica?
Lo único seguro es que 007 volverá, con o sin cabello rojizo, con o sin nombre estelar en los carteles. Lo esencial será encontrar a quien logre pronunciar “Bond, James Bond” con el peso simbólico de seis décadas y la energía suficiente para sostener la franquicia en el presente.
El reloj sigue corriendo
Cada día que pasa sin anuncio aumenta la expectación, y en marketing eso es oro puro. Amazon lo sabe, y probablemente alimente la tensión hasta que el desenlace estalle como un auténtico evento global.
¿Será Scott Rose-Marsh el elegido? ¿Resucitarán candidatos descartados? La incógnita permanece. Pero cuando el tema de Monty Norman vuelva a retumbar en los cines y el Aston Martin ruja en la pantalla, el mundo entero volverá a entregarse a la leyenda de un agente secreto que nunca muere: James Bond.
