El 7 de agosto se completó la fusión entre Skydance Media y Paramount Global, dando origen a la nueva Paramount Skydance Corporation en un acuerdo de 8.000 millones de dólares. David Ellison, hijo del magnate tecnológico Larry Ellison, asumió la presidencia y dirección del estudio, tomando el control de marcas como CBS, MTV y, por supuesto, Paramount Pictures.
En un encuentro celebrado en el legendario Melrose Lot de Hollywood, Ellison expuso con claridad sus planes: devolver a Paramount el prestigio de ser el hogar predilecto de los grandes cineastas y, sobre todo, producir películas exclusivamente para salas. En una era donde casi todos persiguen el streaming, Paramount —junto a Universal— es de las pocas compañías que todavía entienden el cine como experiencia de pantalla grande y no como contenido de catálogo digital.
Entre las prioridades inmediatas figuran Top Gun 3, nuevas entregas de Star Trek, Transformers, World War Z 2 y el relanzamiento de franquicias como G.I. Joe o Terminator. El plan de Ellison es estrenar unas 15 películas anuales y aumentar progresivamente a 20, con un fuerte interés en el terror —su buque insignia sigue siendo A Quiet Place— y en las comedias para adultos con calificación R.
Aunque Paramount+ seguirá siendo relevante gracias al éxito de Taylor Sheridan (Yellowstone, 1883, 1923), la verdadera apuesta está en recuperar la mística del cine para la gran pantalla, donde, como subraya Ellison, “los grandes cineastas hacen grandes películas”.

Paramount Skydance: el renacer de un gigante que solo mira a la pantalla grande
El pasado 7 de agosto se consumó un movimiento estratégico que puede redefinir Hollywood: la fusión entre Skydance Media y Paramount Global. El acuerdo, valorado en 8.000 millones de dólares, dio lugar a la nueva Paramount Skydance Corporation, dirigida por David Ellison, hijo del magnate tecnológico Larry Ellison y productor de éxitos que han marcado la última década.
Más allá del ruido financiero, la noticia encierra un gesto que pocos esperaban en un Hollywood dominado por algoritmos y catálogos interminables de streaming: Paramount se declara un estudio con un objetivo claro y casi contracultural en 2025 —hacer películas para la pantalla grande.
El regreso del templo cinematográfico
En un encuentro con periodistas celebrado en el histórico Melrose Lot de Hollywood, David Ellison dejó clara su misión:
“Una de nuestras mayores prioridades es restaurar Paramount como el destino número uno para los artistas y cineastas más talentosos del mundo. Los grandes cineastas hacen grandes películas”.
Lejos de la retórica vacía, el compromiso se traduce en hechos: Top Gun 3, la secuela del megahit Top Gun: Maverick, ya es una prioridad absoluta, con Tom Cruise nuevamente en el centro de la estrategia. Además, Ellison y su equipo confirmaron que sagas dormidas como Star Trek, Transformers, Terminator o G.I. Joe volverán a la vida con proyectos destinados exclusivamente a salas.
La meta no es menor: 15 estrenos cinematográficos por año, con la intención de escalar pronto a 20. Una cifra que recuerda a la era dorada de los grandes estudios y que plantea un horizonte de ambición cinematográfica difícil de encontrar hoy.
Paramount y Universal, los últimos guardianes del cine en sala
En un contexto en el que Disney, Warner y hasta Netflix parecen obsesionados con colonizar la pequeña pantalla, apenas dos compañías en Hollywood se mantienen firmes en su fe por la exhibición tradicional: Paramount y Universal.
Universal ha demostrado en los últimos años que el éxito sigue latiendo en la taquilla, apostando por sagas como Jurassic World, Fast & Furious o el renacimiento del cine de terror con Blumhouse. Paramount, ahora con Skydance, se une a esa resistencia, erigiéndose junto a Universal como una de las últimas casas grandes que entienden el cine como un acto colectivo, luminoso y ritual frente a una pantalla.
En este sentido, el anuncio de que Red Sonja, World War Z 2, A Quiet Place Part III y nuevas comedias clasificación R llegarán exclusivamente a cines confirma la intención de recuperar el templo cinematográfico, sin relegar las películas al estreno inmediato en plataformas.
El equilibrio con el streaming
Esto no significa que Paramount renuncie a su plataforma. Ellison subrayó la importancia de Paramount+, señalando el papel decisivo de Taylor Sheridan —creador de Yellowstone, 1883 y 1923— como columna vertebral de la marca en streaming. Sheridan es “un genio singular con una trayectoria impecable”, aseguró Ellison, y mientras él quiera contar historias, Paramount seguirá siendo su casa.
Sin embargo, queda claro que el corazón de la compañía no late en el VOD, sino en las salas oscuras, en ese espacio donde el cine se experimenta con otros.
Conclusión
En un Hollywood donde la obsesión por el streaming parece la norma, Paramount y Universal se alzan como los últimos guardianes de un ideal: que el cine pertenece a la pantalla grande, y que las grandes historias —ya sean de héroes, monstruos o mundos lejanos— deben vivirse a escala monumental.
El renacimiento de Paramount con Skydance no solo es un movimiento corporativo; es también una declaración de principios en un tiempo en que la experiencia colectiva del cine parecía tambalearse.
¿Quieres que lleve esta versión aún más hacia un ensayo poético sobre el ritual del cine en sala como resistencia cultural, o prefieres que mantenga este equilibrio entre crónica informativa y crítica cultural?