Puntuación: ****
Visual: ****
Narrativa: ****
La Fuerza está en ella
Estamos ante una obra muy especial. Rogue One es el primer spin-off de la historia de Star Wars, una forma distinta y modesta (si esta saga entiende de modestia) de llevar al cine las aventuras del universo galáctico creado por George Lucas. Tras un primer visionado nos hizo falta un segundo para puntuar definitivamente lo que debe ser un antes y un después en Star Wars. Ahora decimos que la primera impresión fue no sólo buena sino que muy buena, la segunda como veis ese notable muy alto que se ha llevado.
Lo primero que hay que decir es que por primera vez podemos analizar la obra como capítulo independiente y es que, Rogue One no va a necesitar de una continuación y o precuela para \”realizarse\” como film o ente. Rogue One es lo que es y no hay más que buscar ya que no va a crecer o menguar dependiendo de nada. Ha llegado como recuerdo y como homenaje a esa leyenda llamada Star Wars y en eso se queda.
La obra de Gareth Edwards o de Disney o de quien sea es totalmente libre y eso la hace única. Podrá ser mejor o peor pero desde ya aviso que estamos ante una obra de culto, una rara avis, uno de esos films que va ganando peso con los años hasta ser una leyenda y un ejemplo a imitar sin posibilidad nunca de conseguirlo. Y es que ya no habrá otro primer spin-off de Star Wars, ha sido este y este será, y como tal, su valor debe ser apreciado desde el mismo día de su estreno como el de un objeto único y de culto que hay que preservar e incluso añorar por los años de los años.
Siempre ha costado ubicar Star Wars dentro de un género, es más, hubo que crear uno llamado \’Space opera\’ donde situarla de forma más lógica y coherente. Star Wars tiene toques de western y un poco de ciencia ficción; tiene fantástico y fantasía; espada y brujería y por supuesto un mucho de acción y un poco de humor. Rogue One en cambio si sabemos donde situarla y es que aunque a muchos le pueda sorprender estamos simplemente ante un film bélico en su concepción, eso sí, bajo la capa del universo de Lucas con lo que eso conlleva.
Que nadie se piense que vamos a ver Apocalypse Now, pero, la acción bélica es posiblemente el elemento más destacado y distintivo de esta nueva propuesta. En el fondo seguimos ante una Space Opera pero la fantasía deja paso a la batalla y la fuerza y el misticismo se pierden ante la crudeza del metal y la violencia que desprende una batalla, una guerra o simplemente sus decisiones a tomar.
Además, ese aura de western (con toques de cine de samurais) que siempre ha sobrevolado sobre la franquicia aquí se magnífica al dejarnos una especie de \’7 (5 realmente) magníficos\’ o \’Grupo salvaje\’ llamada Rogue One o Pícaro uno. Un grupo de \”forajidos salvajes\” que tiene la oportunidad de redimirse o simplemente de sacrificarse por un bien mayor. Así, el ecléctico grupo es otro de los grandes aciertos de la obra junto a sus dos líderes, una suerte de Yul Bryner y Steve McQueen bajo el rostro de Diego Luna y la tan deseable desde ya Felicity Jones.
De este modo cerramos diciendo y avisando que Rogue One es oscura y crepúscular, es una obra de planos cortos y claroscuros que se asemeja a un lienzo de Rubens. Es una película que contempla crímenes de guerra perpetrados por la rebelión. Es el final de una época que da inicio a esa luminosa estrella llamada La Guerra de las Galaxias.
Pero, al mismo tiempo, Rogue One es inocente y sencilla, es un clásico de serie B o un western de Budd Boetticher con apariencia menor pero que oculta más de lo que revela. Es quizás como ese pequeño planeta donde vive Darth Vader: oscuro, parco, pero poético y hermosamente terrible en si mismo.
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