Este es un remake producido por Roger Corman de su película de 1957 del mismo título y sería rehecha nuevamente en 1995. Una película de vampiros de ciencia ficción, protagonizada por Traci Lords en el papel principal como la enfermera Nadine Story, y fue su primera película comercial.
La película comienza con escenas de una nave espacial volando, aunque eso parece poco que ver con la trama. Entonces aparecen extrañas luces en el cielo cerca de un automóvil donde se divisan un par de adolescentes. Un hombre trajeado y un maletín se acerca al coche. Agarra al joven por la garganta y luego… Bueno, nunca se explica realmente…
Este es el inicio de una horrenda producción Corman que nunca sabes si fue filmada para cine o televisión. Su producción es pauperrima y su guión igual de pauperrimo o peor pero, la cinta posee dos gracias, una la de el humor patente que destila cada plano y en el que se nota que nadie se tomaba en serio lo que estaban haciendo, la otra gracia es Traci Lords, la actriz porno más dulce y casta de la historia del cine porno. Solo el ver a Traci, siempre hablando desde la atracción sexual y sensual, es más que suficiente para que todo ser salido disfrute de este horrendo film.
Volviendo a la historia preguntar: ¿Tendrá éxito el hombre del maletín en su malvado plan de transmitir especímenes humanos vivos cuyos fluidos vitales fluyan ricos y rojos de regreso a su hogar?
La inevitabilidad del resultado y la simplicidad de la trama son dos obstáculos importantes que los cineastas nunca superaron por completo. A pesar de que el hilo se ve reforzado por un final cinético y un giro irónico, el tempo se hace pesado en la gran parte central. Por lo tanto, Wynorski está constantemente buscando una distracción narrativa o técnica. La mayoría de las veces tiene éxito, pero otras nos hace querer darle al off del televisor.
«Vampiros del espacio» (MPAA-rated: R, por desnudez y lenguaje) es anticuada, tonta, insultante e inocentemente audaz. Es una curiosidad que definitivamente entretiene.