Cuando alguien con un minimo de virtud para la escritura o la oración deber hacer honor a sus conocimientos de cine, lo habitual, lo natural y lo único es que empiece a hacer mención de nombres como los de John Ford, Howark Hawks, Akira Kurosawa, Alfred Hitchcock o incluso algunos valientes recurren a Christopher Nolan. Uno solo tiene que entrar en las nuevas “revistas” de cine (lease webs de videojuego, canales de Youtube o incluso diarios deportivos) para darse cuenta que el jovenzuelo o susodicho especimen que le otorgan la sección cinematográfica, lo primero que hace para lucir sus plumas de pavo real es nombrar palabros como los de “Fordiano”, “Hawksiano” o simplemente decir: “Billy Wilder”. Eso ya le otroga el rango de especialista en cine. Y cierto es que muy bien está conocer la carrera de estos ilustres cineastas pero ¿qué pasa si resulta que en tu propio pais hay grandes nombres del séptimo arte que ni siquiera sabes que existen? Pues que demuestra que la cultura cinematográfica en España sigue estando bajo mínimos.
No hace mucho hicimos un especial de ese genio español desconocido por los jóvenes (de 20 a 50 años) llamado Manuel Mur Oti y hoy queremos reivindicar otro imprescindible español llamado ‘Amanecer en puerta Oscura’ y dirigida por José María Forqué.
Estamos una vez más ante un desconocido lienzo del cine español y digo lienzo porque la película es eso, una composición pictórica en movimiento que hace hincapié en el talento que siempre ha habido en nuestro cine, sobre todo en términos visuales los cuales parecen no existir en nuestra historia fílmica debido a la leyenda negra que dice que nuestro cine es el que hicieron Esteso y Pajares. Y como demuestran Oti, Bardem o Forqué entre otros muchos, eso no es verdad. y aunque seguro que en el foro de Meristation o Forocoches no es igual de glamuroso hablar de Ford que de Forqué, lo cierto es que ambas tienen más en común que en distinto, al menos en términos de calidad artística.
Crítica AMANECER EN PUERTA OSCURA
“Amanecer en Puerta Oscura” es un valioso acercamiento a un cine social español que en aquella época era impensable y que en este largometraje adquiere la estructura de un western. Un filme valioso y valiente de un buen director de cine con una filmografía claramente influenciada por la difícil época que le tocó vivir, con películas de todos los géneros que en la España de entonces tenía cabida y donde caben auténticas joyas como “Atraco a las tres”.
Ronda, Málaga y Huelva fueron los escenarios principales de este drama en el que Forqué mezclaba cine de bandoleros con toques, como ya hemos mencionado anteriormente, sociales y de western, para acabar introduciendo la ambientación religiosa con un final en el que el protagonismo recaía en la Cofradía de “Jesús El Rico”. Realmente la ceremonia real no tiene nada que ver con la que se nos muestra aquí, pero los guionistas Natividad Zaro, Alfonso Sastre y el propio Forqué, gracias a la introducción de esta escena consiguieron alcanzar un formidable momento dramático, con un emocionante e impactante final que evidentemente se permitía algunas licencias.
La película es seductora por varios motivos. Es buena recreación de época, es muy entretenida, mantiene la tensión y la interpretan actores con mucho oficio. Se advierte que no está realizada con grandes medios, pero estos están plenamente aprovechados. El metraje tiene la estructura de un western, situado en la Málaga del siglo XIX, en el que unos forajidos deben huir de los representantes de la ley (en este caso no el sheriff, sino la Guardia Civil) en un penoso camino en un intento desesperado de tomar un barco que terminará llevándoles a las Américas para empezar una nueva vida. El personaje de Paco Rabal está magníficamente presentado, con esa moral ambigua, esas risotadas con fondo de angustia y la mirada fiera y miedosa al mismo tiempo de animal continuamente hostigado por sus cazadores. Ningún personaje, a excepción del fraile de las montañas, es presentado como absolutamente bueno o malo, todos destacan por sus matices grises, lo que es de agradecer en una realización española de los años cincuenta. Hasta la Guardia Civil tiene una presencia más amenazadora que heroica.
Filmada en color para aprovechar la belleza plástica del desfile procesional y de la Semana Santa, la película no sólo fue un éxito de público y de crítica, sino que rompió el aislamiento de la España franquista al ser seleccionada la cinta en el Festival de Berlín, donde recibió el Oso de Plata Premio Extraordinario del Jurado.
Crítica AMANECER EN PUERTA OSCURA
