'La Calle del Adiós' by Lucen, Peter Hyams entre David Lean y Steven Spielberg

'La Calle del Adiós' by Lucen, Peter Hyams entre David Lean y Steven Spielberg

'La Calle del Adiós' by Lucen, Peter Hyams entre David Lean y Steven Spielberg

Venía de su mayor éxito, CAPRICORNIO UNO había sorprendido a público y a crítica y es así como Peter Hyams decidió escribir una historia que tuviese tintes de premio Oscar. Para ello recurrió a una película que homenajea a los grandes clásicos ingleses de amores prohibidos como el clásico “Breve Encuentro”, con sus encuentros furtivos, o “El Puente de Waterloo” al situarse en la II Guerra Mundial.

Peter Hyams, excelente, aunque olvidado director, dió en esta película su segundo protagonismo a Harrison Ford tras la Guerra de las Galaxias y una oportunidad para que demostrase sus registros interpretativos, lo cual no funcionó en demasía. La interpretación en términos de emociones no llega a convencer pero Indy lo hace bien en porte clásico encarnando a un galán tipo años 40-50; junto a él deslumbra la belleza de Lesley-Anne Down, conocida de “Arriba y abajo” y el gran Christopher Plummer, el marido que ve como su mujer se aleja y acepta una peligrosa misión para reivindicar su masculinidad.

Hyams da la fotografía a David Watkin y la música a John Barry, ambos ganadores del Oscar unos años después por MEMORIAS DE ÁFRICA y es por estos caminos de aroma a Oscar por donde circula la producción. Por supuesto la fotografía y la banda sonora son lo mejor de la película además de algunas decisiones y planificaciones visuales de Peter Hyams, repito una vez más un maestro olvidado que algún día se colocará en el lugar que el cine le ha negado hasta hoy. El problema es que LA CALLE DEL ADIÓS no tiene los personajes, las interpretaciones y la sensibilidad de la oscarizada MEMORIAS DE ÁFRICA, lo que rápidamente la alejó de su objetivo de cinta premiada. De esto modo la pieza pasó a un segundo plano en términos de importancia fílmica, siendo más una obra de segunda escala que de primera al no tener el éxito comercial y la importancia informativa para lo que nació. En España fue más conocida a mediados de los 80s gracias a los videoclub, que en su estreno, no olvidemos que en el periodo de la fiebre del videoclub, Harrison Ford era la estrella del momento y una caratulas con su rostro era oro para recibir el cartel de ALQUILADA.

Los jóvenes huían de ella al no ver por ningún lado ni a Han Solo ni a Indiana Jones, pero las madres conseguían enamorarse aún más de aquella estrella reencarnación perfecta de los grandes nombres del Hollywood clásico.

LA CALLE DEL ADIÓS es una película olvidada como hemos dicho en su estreno y a día de hoy y en parte es normal, porque nunca llega a sobrecoger al espectador en términos de emociones que es para lo que fue concebida. En términos técnicos y fílmicos, la película cumple mejor con secuencias enormes como el bombardeo inicial y las nocturnas en base dentro de los aviones de guerra.

A modo personal recomiendo La calle del adiós porque es una bonita película romántica, sin muchas pretensiones (finales que no iniciales) y que cumple con creces su objetivo: narrar una historia de amor, desde su inicio hasta su final, en una época difícil para el mundo. La producción rezuma calidad como ya hemos dicho en su fotografía y en su banda sonora, ambas perfectamente nominables al Oscar en su año de estreno. Por supesto también la recomiendo por ser el segundo papel como protagonista de Harrison Ford el cual siempre llena la pantalla sea cual sea su registro actoral. Y además es una película de Peter Hyams y eso ya es suficente para que todo amante del séptimo arte se ponga con ella al ser como digo, otro de los grandes nombres del huevo cine americano junto a los sí famosos, Spielberg, Scorsese, Coppola, Cimino, Lucas, DePalma y demás.

En definitiva estamos en un buen viaje en el tiempo a otro cine hoy perdido, una puesta en escena perfecta con todo lo bueno de la producción del viejo Hollywood y con ideas del nuevo cine, lástima que su corazón carezca de la chispa necesaria para convertirse en leyenda aunque tuviese gotitas del cine David Lean y pinceladas del de Steven Spielberg.