Un escuadrón con poderes especiales es enviado por el gobierno para recuperar una información y destruir una torre en el pais de Corto Maltés. Una vez allí se encuentran con la rebelión y con un científico enemigo que les debe servir de aliado para recuperar la información. Varios hombres del escuadrón caerán en combate antes de derrotar al enemigo final. Esta es la historia del film. Lo demás sketchs de humor uno detrás de otro.
Hacer una película no es tan sencillo como algunos creen o eso parece tras ver lo absurdo de la obra creada por James Gunn. Incluso en la comedia más ridícula, el peso de una historia más o menos interesante debe ser relevante y esto no ocurre en una película que intenta basar su éxito en el gore y en los gags de humor continuos. Quizás a un adolescente de entre 12 y 16 años este formato le pueda atraer, no difiere mucho de pasar videos cómicos de YouTube uno detrás de otro, pero, al espectador más inteligente y que concibe el cine como una expresión no sólo de entrenamiento sino también cultural, está propuestas es más bien un insulto a su inteligencia. Y oye entiendo que haya gente que no llegue a sentirse insultada por carecer de esa inteligencia pero, si se la exijo a los productores y realizadores.
No quiero perder más tiempo en un absurdo que no considero ni película. Por cierto, de la quema salvamos al tiburón.