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Fue una de las películas claves del videoclub, una de esas caratulas que todos acabábamos alquilando y que por sorpresa, se convertía en una de las piezas claves de nuestro imaginario, y digo imaginario, porque la realidad nos devulve a un sitio muy distinto.

Ver ‘Más allá del Valor’ en 2022 lo único que reafirma es el gran talento que tenía Sylvester Stallone en aquellos años y es que, ‘Acorralado’ fue estrenada un año antes, en 1982 y ambas, tienen a Ted Kotcheff como director. Cuando uno ve hoy el despertar de Rambo, enseguida nota que tiene una fuerza única y una personalidad indestructible por el paso del tiempo. Los acordes de Jerry Goldsmith o la fotografía de Andrew Laszlo ya dejan claro en ese primer paseo de John, que hay algo especial en ese mosaico de secuencias que van a formar Stallone, Goldsmith y Laszlo. Da igual que uno viese ese primer paseo en 1982 que lo vea ahora, la emoción y la sensación de estar ante algo único es la misma, en cambio eso no ocurre con ‘Más allá del Valor’.

‘Más allá del Valor’ tiene el honor de contar con Gene Hackman, quien por cierto es capaz de ofrecer un llanto final a la altura de muy pocos actores, pero eso es todo lo grande de una película que cuenta con James Horner en la banda sonora, con Stephen H. Burum en la fotografía y con John Milius en la producción. Visto hoy día la película carece de fuerza y personalidad quedando como un producto B de aquellos que triunfaron en el videoclub. El trabajo de Horner es horrible, la fotografía anodina y la dirección es un simple carrusel de imágenes y secuencias que nunca llegan a tener geografía propia y eso que el filme es capaz de contar con varios helicoptero y ya sabéis ese dicho que dice que una película sobre el Vietnam y igual de buena que el número de helicopteros que posea.

Por desgracia la película vista hoy día y en términos de acción es más cercana al cine de los 70s, que al de los 80s. En términos dramáticos y de guión, es más cercana a la Canon de los 80s que al buen cine bélico de los 70s. Lo dicho, una película que vive mejor fuera del Delorean que dentro de él y que nos confirma, que Acorralado le debe más a su actor que a su director.