Ponernos filosóficos o serios con una película como ‘el Piloto’ es un poco absurdo pero, ponernos palote y a cien es más que justificable al estar ante la mejor película de acción de lo que va de año que no es mucho también es cierto, pero, a ver quien se atreve a quitarle el trono de aquí a diciembre. ¿Y por qué está película está enamorando a todo el que la ve? Pues muy sencillo, porque se deja de acrobacias y saltos superheróicos e imposibles a lo ‘Fast & Furious’ para llevarnos de nuevo a esa acción donde los héroes eran reales, las balas mataban y los saltos de más de 3 metros te dejaban “like a puré” ¿Y eso es todo? Hombre eso tampoco es todo, además de lo dicho hay que conseguir tener empatía con los protagonistas y eso se consigue dando un poco de humanudad a los mismos y luego ya, metiendo toda la acción que se pueda.
Y en esas estamos, en una película de acción con un tono que se acerca más al “realismo” que a la acción pura de los 80s, es decir, no esperéis ver a Rambo, aquí vamos a ver a un Gerard Butler mucho más humano que de costumbre pero aún así, nos deja momentos de esos que nos retrotaen a los tiempos de los John McClane/Rambo, Harry Callahan y similares. Así que olvidaros del cine de acción de hoy centrado en ‘El Circo del Sol’, aquí no se trata de hacer piruetas sino de enfrentarse con un par de huevos y unas cuentas armas a un grupo de piratas asiáticos de esos que acojonan. Y seguramente habrá algún gilipollas que se queje al ver que dibujan a un personaje absolutamente perfecto: nervios de acero, luchador, soldado, líder, resolutivo, sacrificado, padre entregado, cabal, protector… una especie de Hércules, Genghis Khan, Napoleón y Nelson Mandela en un sólo ente. Pero hay que decirle a ese gilipollas que se queja que se equivocó de sala de cine, que si no le gusta, es porque debería haber entrado a ver la última ganadora del ‘León de Oro’.
Lo bueno es que para hacer mejor las cosas, la cinta se abona un poco al terreno de las buddy movies pero con cero humor, y por eso para acompañar a Gerard tenemos a Mike Colter un armario de ébano con unos brazos mas gruesos que una pierna de Butler, famoso por The Good Wife, La noche más oscura y por ser Luke Cage en la serie de Netflix. Una relación tan poco profundizada como satisfactoria por los pocos rodeos que hace y la sensación que da, como todo el resto de la cinta de “ir al grano”.
En definitiva, cine de acción de ese que ya no se ve y que clama una segunda entrega ya.