Videoclub Gratis | CONCIERTO INACABADO (CRESCENDO)

Una joven estudiante norteamericana llega a Francia para escribir una tesis sobre un famoso compositor ya fallecido. Tras conseguir alojamiento junto a la familia del músico en la casa donde éste vivía, una aislada villa en el campo, la chica se da cuenta de que hay algo raro en el ambiente, como si la casa o sus habitantes ocultaran algún oscuro secreto.

Otra interesante cinta de terror psicológico facturada por la Hammer, aunque en este caso encontremos en ella ciertos elementos que la distinguen de las realizadas con anterioridad por la productora británica dentro de este subgénero. En los años 60 títulos como: “El sabor del miedo”, “Maniac” “Hysteria”, “El abismo del miedo” o “El alucinante mundo de los Ashby” (las tres últimas dirigidas por Freddie Francis) habían demostrado que Hammer no solamente estaba interesada en el horror gótico y los monstruos, sino que podía hacer muy buenos thrillers psicológicos y películas de suspense. Al final de la década las películas del estudio, incluidos los films góticos, empezaron ha introducir más violencia, sangre y erotismo en sus producciones, y son varios de esos elementos lo primero que salta a la vista en “Crescendo”. Temas como la drogadicción o el sexo no tenían apenas cabida en todos esos títulos citados más arriba.
Igualmente, el uso del color, que parecía estar reservado sólo para las películas de vampiros y monstruos, aportaba un toque de distinción respecto a los anteriores thrillers de la Hammer. Para este título la productora confió la dirección al canadiense Alan Gibson (aunque en principio él no iba a ser el director) un realizador casi desconocido por aquel entonces y que luego alcanzaría cierta fama entre los aficionados al realizar las dos últimas películas del ciclo sobre Drácula (“Drácula 73” y “Los ritos satánicos de Drácula”) y otra cinta de terror psicológico (“Goodbye Gemini”).
El guión original de la película había sido escrito por Alfred Shaughnessy y el encargado de dirigir el film iba a ser Michael Reeves (“Los brujos”), pero la muerte de este realizador provocó, además del cambio por Gibson, el que el estudio pidiera a Jimmy Sangster, su guionista estrella y responsable de la escritura de los mejores thrillers de la productora, que hiciera una reescritura del guión. Por tanto, aunque el argumento no es al 100% de Sangster, no deja de tener su sello personal en buena parte de la historia, incluido el giro final marca de la casa.
Los interpretes cumplen más o menos con corrección, destacando especialmente James Olson (“La amenaza de Andrómeda”, y Margaretta Scott (“Un asesinato honorable”). Por su parte, Stephanie Powers (“Sweet Sweet Rachel”) estaba en la plenitud de su belleza. También podemos ver a una joven y casi irreconocible Jane Lapotaire (“The Aphyx”) haciendo de maliciosa y seductora criada.
Aunque el film no es muy atmosférico, la banda sonora tampoco ayuda mucho, cuenta con una bonita fotografía y una carga de suspense bastante efectiva. Muy recomendable para el aficionado al thriller y el terror psicológico.