En El hombre del norte utilizaron estos trucos para dar realismo a las escenas más espectaculares
Así fueron los trucos que utilizaron en El hombre del norte para dar realismo a las escenas más espectaculares de la película de Robert Eggers.

Desde hoy mismo se encuentra en las salas de cine El hombre del norte, el tercer largometraje de Robert Eggers tras habernos deleitado previamente con las geniales La bruja y El faro.

La película cuenta la historia de Amleth, un joven príncipe vikingo que de niño contempló cómo su tío Fjölnir asesinaba a sangre fría a su padre, teniendo que escapar del lugar por sí solo en un bote.

Con el paso de los años el niño ha crecido y regresa a su tierra con los objetivos bien fijados: vengar la muerte de su padre, salvar a su madre y asesinar a su tío para reclamar el trono que le pertenece.

Como hemos podido comprobar con los avances de la película, El hombre del norte cuenta con unas cuantas secuencias de lo más realistas y espectaculares, las cuales han podido realizarse gracias al diseñador de producción Craig Lathrop, al director de fotografía Jarin Blaschke y a la diseñadora de vestuario Linda Muir, equipo con el que Eggers ha trabajo en sus anteriores películas.

“Para ir con su descripción acertada, seguí pensando en los mundos que habitaba ‘The Northman’ como literales y basados ​​en la realidad”, comentó Craig Lathrop en una reciente entrevista a Variety.

“Desde las escenas iniciales donde el príncipe es un niño, hasta la tierra donde la horda vikinga saquea los asentamientos, hasta las Puertas del Infierno, todos estos mundos, el sobrenatural y el natural, son iguales. Esta era la realidad vikinga”, añadió.

“Acércate a él de esa manera, y lo fantástico se vuelve igual al mundo material y más concreto”, continuó Lathrop. “Tampoco estábamos tratando de construir un museo para estos personajes. Mi objetivo y el objetivo de Rob era crear este mundo, no uno de fantasía, para estos personajes con todos los latidos emocionales intactos”.

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Tráiler de El hombre del norte, lo nuevo de Robert Eggers tras El faro

El diseñador de producción también aclaró que la mayor parte de lo que se ve en la película El hombre del norte son solo decorados en lugar de efectos por ordenador. “A lo sobrenatural se le dieron aspectos muy reales del mundo físico”, afirmó.

Dentro de las grandes escenas de El hombre del norte hay una en particular en la que Amleth y Fjölnir están enfrentándose espada contra espada en la cima de un volcán activo. Una secuencia que, tal como afirma el propio Eggers, fue muy estresante de rodar.

“Si no fue por una incursión vikinga en un pueblo con cientos de extras de especialistas, caballos, vacas, pollos, gansos y niños, entonces fue por una tormenta en el mar por la noche en un barco vikingo o por una pelea de espadas desnudas en un volcán”, comentaba el cineasta.

“Quiero decir, no fue nada fácil hacer esta película. Solo fue difícil… De hecho, tuvimos que agregar cosas digitalmente porque llevaban tangas (en lugar de estar desnudos) porque nadie quería que les cortaran las partes”, añadió Eggers.

“Así que en realidad tuvimos que agregar algunos genitales generados por ordenador para ciertas tomas para que no se vieran demasiado como un muñeco de Ken”, aclaró. “Tienes que hacer que parezca real, así que estoy seguro de que hicimos algunos escaneos de cuerpo completo de Skarsgård. Están ahí fuera”.

“Fue un momento de pellizcarme cuando volamos sobre esta cantera en Irlanda”, comentó por su parte Craig Lathrop acerca del lugar donde tendría lugar la brutal pelea entre tío y sobrino.

“Fue muy agradable movernos por toda la arena negra que pudimos encontrar”, continuó. “Era como pintar con excavadoras. Para los flujos de lava, excavamos estas grandes trincheras en el suelo y, en colaboración con Jarin, pusimos luces en estos barrancos y dirigimos la luz hacia arriba, de modo que la lava emitiera su propio brillo”.

La película El hombre del norte se encuentra disponible en las salas de cine desde este 22 de abril de 2022. Aquí os dejamos nuestra crítica de El hombre del norte y las razones por las que es una película indispensable de ver.

CRÍTICA

‘El hombre del norte’: Robert Eggers desafía los códigos del blockbuster actual con una sangrienta fábula vikinga de venganza folk horror

El director Robert Eggers se ha convertido en una voz cinematográfica singular con dos películas antes de ‘El hombre del norte’ (The Northman, 2022), que se estrena el 22 de abril, primero el escalofriante “Cuento popular de Nueva Inglaterra” del siglo XVII ‘La bruja’ (The VVITCH,2015) , y la muy inferior ‘El faro’ (The Lighthouse, 2018), otra reimaginación de un relato popular galés con la que continuaba su estilo de cargar las atmósferas en el que sus presupuestos relativamente bajos, creaban mundos expansivos sin dificultad.

En esta ocasión, ya sin la sombra del sello A24, el director sigue siendo fiel a su estilo, aunque ahora se enfrente a una epopeya vikinga con presupuesto de 90 millones de dólares, sobre el relato de venganza que habría inspirado el ‘Hamlet’ de Shakespeare, quien no era nada ajeno a las leyendas escandinavas. Puede que por estas conexiones esta mirada a la historia de príncipes y asesinatos tenga resemblanza a ‘Othelo’ y al ‘Macbeth’ (1971) de Roman Polanski.

Aquella no solo era una contradictoria combinación de realismo crudo de los años 70 y convicción teatral, sino que difuminaba las líneas de lo figurativo y lo sobrenatural, incluyendo mucho imaginario de lo que ahora conocemos y etiquetamos como folk horror, antes si acaso de la película más conocida del movimiento, ‘El hombre de mimbre’ (The Wicker Man, 1973), que es también la principal inspiración de otro hit de A24 como ‘Midsommar’ (2019), con la que Ari Aster incluía la mitología pagana nórdica como parte de un choque cultural actual.

Épica vikinga sangrienta y con fugas al terror
Y como si quisiera complementar de alguna forma la película de su amigo, Eggers ha coescrito con el poeta islandés Sjón la que es su intento de hacer “la película vikinga definitiva”, en la que llena la pantalla de todos los elementos visuales reconocibles del contexto de aquella, desde las drogas alucinógenas, los tapices, pieles de oso, las runas, grotescas muertes rituales dentro de una mitología compartida escrita en runas y la postal definitiva para conectarlas, una actriz de moda con una corona de flores.

Aquí es Anya Taylor-Joy la que recita los textos de un guion sin tamizar, lleno de epítetos sobre la venganza y el destino que claman por una síntesis que acompañe a la fabulosa narración visual desplegada por el director. Y es que la trama es suficientemente reconocible y simple como para evitarle los postizos retóricos que se amalgaman en momentos que no los necesitan, como tratando de empujar hacia adelante una historia que tan solo es un lienzo para el cuidado empaque estético que consolida la fotografía rica en matices de oscuridad de Jarin Blaschke.

Las actrices, por cierto, son las que salen ganando frente al reparto masculino, tanto Taylor-Joy, fantástica, Björk, completando su ciclo como actriz con otro papel de bruja tras su debut en ‘Cuando fuimos brujas’ (The Juniper Tree, 1990), como Nicole Kidman, sin duda la más convincente del reparto junto a Willem Dafoe. Y es que muchos parecen estar en una obra de teatro encajada en un diorama preciosista de roca y madera, a veces con actuaciones tan al límite que da la impresión de que estamos en una versión de los Monty Python del ‘Valhalla Rising’ de Nicolas Winding Refn.

Y es que el exceso no es nuevo en la obra de Eggers, y tras la concertina escatológica de ‘El faro’, en la que los actores se gritaban, escupían, rugían y aullaban histéricamente, en ‘El hombre del norte’ muchos rituales tienen a Ethan Hawke y Alexander Skarsgård hacen lo propio en ocasiones, y aunque no lleguen a extremos de parodia, sí que hay cierta chirigota y en ocasiones aparece la risa involuntaria cuando se confronta con el tono solemne de algunas líneas en momentos más intimistas.

Una apuesta de estudio por algo diferente
Y es que Eggers no tiene la hoja tan afilada como Aster y las salidas de tono histriónicas de la película no poseen humor negro sino cierta mirada irónica sobre la propia cultura que trata de representar con fidelidad, dejando que la imagen capte rituales y ceremonias en las que sus personajes creen, pero dejando una distancia tan amplia con el espectador que pasa a un nivel casi documental. Pero el director juega aquí con la constante mezcla de la sensatez terrenal con la alucinación, el efecto de las creencias llevadas hasta un nivel de ilusión perpetua.

Esto es lo que hace que el juego con la ambigüedad de ‘El hombre del norte’ funcione mejor que en ‘El faro’, en la que la consecución de referencias artísticas se volcaba sin conectar con las ansiedades de sus protagonistas, mientras que en esta significan todo para sus personajes, son el agua que beben y las historias que viven, con lo que aunque siempre haya alguna señal para el espectador de hasta dónde no va a llegar el mundo ultraterrenal, sí que hay un juego con la magia, los presagios y el destino.

Este material místico da espacio a Eggers a volver a su mundo de ‘La bruja’, con animales sobrenaturales, gente desnuda alrededor de las hogueras, levitaciones y una atmósfera cercana al terror en no pocas ocasiones, que se combina con sangrientas estampas de muerte ritual, sacrificios, de donde actualiza un planteamiento casi de western que hacen que ‘El hombre del norte’ cruce constantemente las líneas del género, pese a que tiene siempre clara su condición de cine de venganza, dentro de un contexto de espada y brujería.

Cine de gran presupuesto suicida y sin complejos
Los fans de Conan disfrutaran con esa recreación de la búsqueda de la espada en el cadáver en el trono directamente salida de la adaptación de John Milius, o la escena del asalto a la aldea y la decapitación que presencia el niño Amleth, pero Eggers mira también al cine fantástico soviético de Aleksandr Ptushko y Aleksandr Rou como ‘Sampo’ (1959) o ‘Kashchei el inmortal’ (1945) y, sobre todo, a la trilogía Vikinga de Hrafn Gunnlaugsson, que actualiza proponiendo un planteamiento casi de venganza contada como los western de Eastwood.

La película de Eggers busca la excelencia formal pero a veces tropieza con su propia autoimportancia, encaja con la tendencia reciente a la evocación de contar leyendas como un libro pop up en movimiento de ‘El caballero verde’ (The Green Knight, 2021) –con la que comparte además zorritos guía–, y esa fijación por el primer plano frontal tan de A24 que empieza a convertirse en un cliché del cine con aspiraciones artísticas que está encajonando a este y otros directores.

Pero la simbiosis con un gran estudio corrige mucha deriva excéntrica de la anterior película del autor y abre el mundo a un gran público que puede disfrutar de un espectáculo visual abrumador que acaba tomando tracción en su segunda mitad, haciendo de ‘El hombre del norte’ un rarísimo ejemplo de blockbuster sin ataduras, no radical pero sí valiente e inusual dentro de un mercado en el que películas como esta, ‘El guía del desfiladero’ (2008) o ‘Centurión’ (2010) son rechazadas por la taquilla.

The Northman: Alexander Skarsgård habla de un intenso rodaje

“The Northman fue la primera vez que trabajé en algo que estaba tan meticulosamente estilizado”.
Con el pasar de los últimos años Robert Eggers se ha forjado un lugar privilegiado en el cine. Su visión de la brujería a inicios de la colonización de América y sus ideas sobre las leyendas de marinos han cautivo a la cinefilia. Ahora con The Northman se embarca en el mundo vikingo y Alexander Skarsgård parece ser su cómplice perfecto.

Con el estreno el filme cada vez más cercano, nuevos detalles salen a la luz. Pero ningunos más interesantes que los que el propio protagonista del filme tiene para compartir. Según Alexander Skarsgård estamos ante una obra maestra y la razón no es otra que un perfeccionismo extremo, del cual Stanley Kubrick estaría orgulloso.

«[Robert Eggers] Absolutamente es un perfeccionista», aseguró Skarsgård. “The Northman fue la primera vez que trabajé en algo que estaba tan meticulosamente estilizado. Casi tenías que verlo como un baile entre la cámara y los actores, porque la cámara se mueve constantemente, y nosotros también. Si el timing fuera un poco impreciso, entonces tendríamos que hacerlo de nuevo. Nunca he estado más cansado que después de esos seis meses”.

Resulta importante no confundir las palabras del actor con hartazgo. Él mismo le explicó a Kirsten Dunst durante un ejercicio de entrevista, acerca de «los placeres del dolor». La película incluye tomas muy largas y sin cortes, en donde 40 dobles de caballos y más de 200 extras, deben funcionar con la precisión de un reloj para que el director de La bruja esté conforme.

“Grabarlo todo en una sola toma significa que haces esta toma de cuatro minutos, y luego un caballo en el fondo mira hacia el lado equivocado y tienes que hacerlo todo de nuevo”, dijo Skarsgård. “Estás tan cansado que quieres llorar. Sientes que finalmente lograste toda la coreografía de la pelea, pero luego tienes que ir una y otra y otra vez. Siempre hay algo en el fondo que no estaba del todo bien. La otra cara de la moneda es que cuando finalmente lo consigues, se siente como ganar el oro en los Juegos Olímpicos”.

Previamente otro de los actores del filme, Ralph Ineson, afirmó que trabajar con Skarsgård en la película ha sido impresionante. Su transformación en un salvaje guerrero vikingo, es algo que será impactante de ver en la pantalla, de la misma forma que fue verlo en el set.

“Hay una escena en la que vence a este tipo en una batalla; se agacha y le arranca la garganta con los dientes, le grita a los dioses y se quita la camisa, y piensas: ‘¡Dios mío, eso no es un fisicoculturista haciendo una escena, esto es un verdadero actor serio!’”, compartió Ineson. “Se hizo ver como una especie de monstruo para el papel, la dedicación es increíble. Creo que será un poco una obra maestra, para ser honesto”.

La dedicación puesta en el filme es tan precisa que cada elemento de la utilería y cada hilo del vestuario debe ser preciso. Preciso para las indicaciones y deseos del director, así como también exacto en el ámbito histórico. Skarsgård aseguró que leyó el guion todos los días antes de comenzar a filmar para sentirse preparado. Con cada lectura descubrió nuevos detalles de su personaje.

“Descubro cosas nuevas con cada lectura. Se me ocurren mil ideas diferentes y luego las elimino”, dijo Skarsgård. “Una vez que nos metemos al rodaje, se trata de encontrar ese punto ideal entre estar preparado, pero también abierto a lo que suceda cuando estás con los otros actores. Es estar vivo y juguetón y abierto a descubrir cosas frente a la cámara. Si no estoy preparado en absoluto, me pongo nervioso».

Agregó: “Los días más gratificantes fueron cuando llegué preparado con una vaga idea de cómo quería interpretar la escena, pero aún estaba lo suficientemente abierto como para sorprenderme. Y junto con el director y los demás actores, descubrimos algo que no estaba planeado y que a todos nos sorprendió y nos emocionó… Todo está minuciosamente planeado. Porque es principalmente una sola cámara, una sola toma”.

Los demás actores que acompañan a Alexander Skarsgård en The Northman son nada menos que Anya Taylor Joy, Nicole Kidman, Ethan Hawke, Willem Dafoe, el mencionado Ralph Ineson y Björk. Ésta última por cierto, retornante al cine desde su papel en Bailando en la oscuridad (2000) por el que obtuvo la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

Si os gustan las historias de vikingos, ya podéis empezar a frotar las manos, porque se viene la más grande jamás imaginaba. Los vikingos siempre han tenido una especial capacidad de seducción. Esas historias frías y violentas en suelo nórdico son música para nuestros oídos, especialmente después de que la serie Vikingos se convirtiese en uno de los mayores fenómenos televisivos de los últimos años.

Ahora lo que se nos viene es un auténtico peliculón con El hombre del norte. El tercer largometraje de Robert Eggers (La bruja y El faro), escrito por él y el poeta y novelista islandés Sjón Sigurdsson, tiene pintaza. Una drama de aventuras ambientado en Islandia, en pleno siglo X, y centrado en un príncipe nórdico (Alexader Skarsgard) que busca venganza por la muerte de su padre.

Alexander Skarsgård, Nicole Kidman, Anya Taylor-Joy, Willem Dafoe, Ethan Hawke, Björk… El reparto es un escándalo el primer tráiler de El hombre del Norte, una maravilla. Abril de 2022 es la fecha elegida para el lanzamiento de una película que se ha convertido ya en una de las más esperadas del año. Se viene peliculón, no digáis que no os avisamos.

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