Ver gratis EL GUERRERO Y LA HECHICERA

Enésima versión del clásico de Kurosawa “Yojimbo”, que ya fue llevado al western en “Por un puñado de dólares” de Leone y a un mundo post-apocalíptico en “Apocalipsis Omega” de Pyun. En esta ocasión, esta producción argentino-estadounidense se ambienta en una época de espada y brujería.

Para hacer una buena serie Z se ha de contar con especialistas en este tipo de filmes. Pyun, sin ir más lejos, con el presupuesto que disponía el filme (600.000 $) hubiese rodado un film entretenido. Sin embargo, esta película adolece de talento, y ello se refleja en el triste producto obtenido.

Así, David Carradine, al igual que Eastwood, le visten con un poncho oscuro para ocultar que era un tirillas. Su piernas de alambre resultan escalofriantes, nada que ver con el portentoso hipermusculado del poster del filme. La protagonista, una argentina de culebrones, se pasea en top-less toda la película, mostrándonos las turgentes razones por la que le dieron el papel. Más que hechicera, gogó de peepshow. Años de estudiar interpretación para esto. Hay un malo que nos recuerda al vicioso del video “Relax” de los Frankies goes to Hollywood o incluso a Jabba-El-Hutt. De hecho, la sala donde recibe las visitas nos recuerda a la del gusano gordo de Tatooine.

Las escenas de acción son calamitosas. Marcan el golpe y lo ralentizan. Más parece una ballet que un combate. Y un ballet de los malos. ¡Que escenas hubiese rodado Pyun con tanto extras! Y los soldados se mueven con la misma naturalidad que los moros y cristianos de cualquier pueblo levantino.

Los decorados son de atrezzo del cutre. Cartón-piedra del malo. Recuerdan a una falla de Valencia, al “Un, dos, tres”. ¡La textura de las falsas piedras se parecen mucho a las del Cortylandia ! Y eso que la escenografía y el vestuario, los carros y hasta el ridículo monstruo llamado Guardián, muestran un cierto esfuerzo, ya que participó en su diseño William Stout, afamado ilustrador que participó en los dos Conan originales.

Con todo, esta película no se estrenó en Argentina, que fue donde se rodó y de la que venían parte de los fondos. ¡Como la verían! pero recaudó cerca de 3.000.000 $ en los USA.

Para los muy fanáticos de las series Z, o del subgénero de bárbaros. Pero aún y así, se ha de tener cierto estómago.