Bragas tendidas al sol

Que Nomadland esté ganando todos los premios a los que se asoma solo puede ser considerado como una broma de mal gusto o una terrible forma de querer reconocer a un sector unos derechos perdidos en otra época.

Nadie va a discutir que la mujer no ha tenido y tiene los derechos que le pertenecen en el cine, pero querer paliar ese error a base de premios a Nomaland no tiene razón de ser ninguna.

Nomadland no es que sea una mala película, es más, casi no es ni una película tal cual la entendemos, pero el festín de paisajes naturales; las frases moduladas de forma lenta como si cada una de ellas fuese una sentencia bíblica; la cámara en mano a lo Terence Malick (o más bien a lo Emanuel Lubezki) y las metáforas visuales rimbombantes, no hacen buena a una película por mucho que esté realizada, escrita, montada, producida e interpretada por mujeres.

Las películas son buenas o malas sin distinción de qué género las diriga ya que no olvidemos que tanto hombres como mujeres somos de la misma especie animal y no de ejércitos y banderas distintas.

Dar tantos premios a Nomadland no creo que vaya a hacer bien a las directoras, productoras y escritoras de cine, es más, si gana el Oscar que todo parece que sí, el único logro que van a tener las mujeres de la industria del cine es la de ser las creadoras de la peor película con Oscar de la historia, y desde luego eso bonito no es.

En Nomadland no hay estructura clásica, es más, no hay acción o tensión dramática que es lo difícil de conseguir en una obra de ficción, es una especie de documental con formato de película pero aburrido. Para colmo, su labor de denuncia social sólo vale para hacernos entender que Amazon es la mejor empresa de Estados Unidos tanto en condiciones laborales como en sueldo, algo que por lo que cuentan sus trabajadores de verdad, no es así ni de lejos.

Está muy bien que esta película exista, ya que el cine es multifunción y está abierto a todo pero por favor, no intente venderme una moto para quedar bien con un grupo en el año que menos daño se le puede hacer a los certámenes de cine debido a la pandemia.

Y por favor, que nadie diga que le gusta Nomadland por el hecho de querer dar a entender que es inteligente.

Inteligente era el cine de Bergman, el de Rohmer e incluso el de Malick, pero desde luego que esta película queda muy lejos de tener algo de lo que ofrece el cine de los autores citados.