Es una lástima tener que decir que una película de acción como ‘Rambo V: last blood’ es una de las mejores producciones de los últimos años, más cuando en términos cinematográficos puros, tampoco es una oda a la maestría fílmica, pero, es un su atrevimiento donde ‘Rambo V: last blood’ y por ende Sylvester Stallone, dejan claro que la libertad cinematográfica todavía puede existir. Cuando hablamos de atrevimiento no hablamos de su festival de visceras y acuchillamientos, los cuales hacen que el ‘Bad Taste’ de Peter Jackson parezca Heidi, hablamos de su atrevimiento para devolver un personaje y una película de esa que los “rojos” llamaban “fascista”. Y es que aquí, los malos son latinos, mexicanos o más bien españoles haciéndose pasar por mexicanos. Aquí lo prohibido no existe y es que, ya sabemos que no todos los negros, latinos o chinos son malos y los blancos buenos, sabemos que los hijos de puta están vinculados a la esencia del ser humano y no a la etnia, pero, algunos ya estamos hasta los huevos de que el cine esté llegando a cotas de prohibición que viviamos desde la etapa del códico Hays.

No hay que hacer creer al mundo que los negros o los latinos son los malos, pero, tampoco hay que censurar a los artistas. Por eso, Rambo V: last blood demuestra que el cine debe ser libre y ni que “rojos”, ni “fachas, ni “fascistas”, ni “imbecilistas”, deben decirle a Stallone quien debe ser el malo de una de sus historias. Rambo V: last blood sufrió su atrevimiento y los talibanes del Woke se encargaron que fuese un fracaso comercial, pero, hoy 8 de agosto de 2022 es buen momento para volver a retomar esta oda a la libertad fílmica y auparla para que pase a la historia como una de las mejores películas de acción de este mísera era de cemsura, telefilmes y plataformas de streaming.

 
 
Ayer hablábamos de la nueva gran producción de Arnold Schwarzenegger, gran mito del cine de acción de los 80, y hoy hablamos del personaje que lo inició todo, es decir de John Rambo, quien con su película Acorralada dio origen a lo que se conoce como cine de acción de los 80.
 
Y es que, según informa Heat Vision en exclusiva, Nu Image/Millennium Films está trabajando en el reinicio de la franquicia de \’Rambo\’, cansados quizá de esperar a una quinta entrega (titulada provisionalmente \”Rambo: Last Blood\”) que después de tantos años parece que al final no veremos.
Para este posible reboot ha contratado al guionista Brooks McLaren, autor de sendos libretos no producidos titulados \’How It Ends\’ y \’Line of Sight\’, y al director Ariel Vromen, colaborador habitual de la compañía en títulos como \’The Iceman\’ o \’Criminal\’, para que bajo el título de \’Rambo: New Blood\’ desarrollen esta nueva película.
 
De momento no ha trascendido más información sobre quien podría interpretar al nuevo Rambo, pero, realmente se me hace muy difícil poder encontrar a alguien que pueda suplir el físico y la presencia que Sylvester Stallone tenía en la franquicia. De los nombres o rostros ya conocidos ningún posee el perfil para dar vida a un excombatiente de Vietnam como lo hizo el famoso actor.
La idea de la compañía, que ya se encargó de producir en 2008 la cuarta entrega de la saga que protagonizó, escribió y dirigió el propio Sly, es darle a la franquicia un tratamiento similar al de James Bond de paso que rejuvenece a su personaje principal, faltaría más, si bien por el momento el proyecto se encuentra en sus fases iniciales de desarrollo y los detalles aún no se han concretado.
 
La franquicia que convirtió en estrella a Stallone comenzó en 1982 con la adaptación de la novela \’First Blood\’ (Primera sangre), de David Morrell. En la misma, dirigida por Ted Kotcheff, el actor interpretaba a John James Rambo, un boina verde veterano de la guerra de Vietnam altamente entrenado en técnicas de supervivencia, combate cuerpo a cuerpo y guerra de guerrillas. Aquí la conocimos como Acorralado y fue la encargada no sólo de dar tres películas más, sino de ser el origen de un nuevo cine de acción donde el físico y la acción eran el epicentro de la historia. Stallone puso la primera piedra de héroe moderno de acción que después completarían actores como Mel Gibson, Bruce Willis o el némesis de Stallone, Arnold Swchazenneger.