Un desconocido le encarga a la atractiva azafata Nora que entregue una carta a un tal Silvera cuando aterrice en Nápoles. Pero al entregar el misterioso mensaje, Nora descubre que Silvera es el jefe de una banda de delincuentes y que el mensaje no ha sido de su agrado. Silvera agrede a Nora, que queda rendida sobre el asfalto hasta que Manuel la encuentra y la asiste. Una vez a salvo en casa de Manuel, Nora tramará un plan para descubrir qué se esconde tras la carta, introduciéndose de pleno en una peligrosa lucha de clanes mafiosos en la que nadie mostrará sus cartas hasta el final.

Dirección
Fernando Di Leo
Guion
Fernando Di Leo, Enzo Dell’Acqua
Música
Luis Bacalov
Fotografía
Roberto Gerardi
Reparto
Ursula Andress, Woody Strode, Marc Porel, Aldo Giuffrè, Isabella Biagini, Lino Banfi, Maurizio Arena, Rosario Borelli

Estaba matando el tiempo en una estación cuando en una tienda localicé el DVD de una película absolutamente desconocida para mi. El director era Fernando di Leo quien realizó la Trilogía del Milieu y el precio era de 1,99.- euros en una edición aparantemente digna. La compraré y la veré me dije, y no reflexioné sobre que quizás una conjura de los dioses habían intentado evitar que tan nefando producto fuese conocido. Craso error. Nunca he tenido una sesión de cine más calamitosa. La puntúo como muy mala porque no hay nada más bajo. ¿Como se debería calificar una película tan cutre, bochornosa, zafia, hortera, casposa, vergonzosa, etc…?. Ojo, no digo que no sea muy mala, que lo es, pero es que películas malas hay muchas y esta es mucho más que eso. No hay por donde cogerla. Es una mezcla entre la peor versión de las películas de Bud Spencer y las pelis clasificadas “S” más cutres del universo cutre de las películas “S”. Estamos ante erotismo barato y nulo por mucho que se empeñen en sacar desnuda a Ursula Andress y da verguenza ajena ver al pobre Woody Strode con muchos años y cara de ser consciente de lo que se debe tragar para sobrevivir. No hay trama. Hay escenas de auténtico rubor (el intento de violación por parte de un ser repugnante que balbucea idioteces); en fin un espanto.

Mención aparte merece la estética del film. Estamos en los setenta y lo de ser horterilla, máxime en estas producciones, va casi de suyo, pero lo de esta peli no es casual, no puede serlo. Estamos ante una cuidada labor de casting y vestuario para tener los actores más feos y los modelos más terribles de la historia del cine.

No me extiendo más para dejar sentada mi justa indignación con el hecho de que la sagrada actividad del cine se vea mancillada con un producto infecto como este.

¡¡¡¡ Que caiga el oprobio y la verguenza sobre quien se haya visto minimamente vinculado profesionalmente con ella, y yendo más allá, con quien disfrute siquiera levemente con su visionado!!!!