Ver y Descargar | LA PEQUEÑA PÍCARA | Torrent | Crítica recomendación personal de Cinematte FlixEL 7º FOTOGRAMAby noreply@blogger.com (Lucenpop) / 59d//keep unread//hide

Cuando hablamos del cine de los 80s parece que estamos haciendo referencia al logo de Amblin; a Steven Spielberg; a todos los éxitos comerciales tipo Cazafantasmas, Karate Kid o Superdetective en Hollywood o incluso al cine de acción habitual de Stallone, Willis o Arnold pero, no es sólo que en los años 80s (y cuando hablamos del cine de los 80s también hacemos referencia a la primera mitad de los 90s) hubo muchos más referentes es que uno de ellos, es quizás el mayor emblema de aquel famoso cine. Hablamos del director, escritor y productor John Hughes.
La Chica de Rosa, El Club de los Cinco, 16 velas, Todo en un día o la película que traemos hoy, La pequeña Pícara, son el ejemplo perfecto de lo que supuso el cine de esta bestia creativa que no sólo muestra en sus películas el cine de los 80s sino que muestra los mismos años 80s.Su moda, sus peinados, sus coches, sus casas, sus salas de fiesta, su lenguaje, su sociedad, su política… todo está representado en el cine de John Hughes, un director que era capaz de tenernos atentos a la pantalla durante 90 minutos gracias a unas historias en apariencia de lo más normal pero que se basaban en una única ley: crear unos personajes tan redondos que acababan siendo el magnetismo esencial de su cine. 
Y es por eso, por la importancia de sus personajes, que el cine de Hughes (al menos el dirigido por él), se basaba en los primeros planos del rostro de sus estrellas. Era un pintor de expresiones, de matices faciales. Capaz de dejar primeros planos como logotipo de su cine o caras como la de Molly Ringwald que son ya legado del cine.Y La Pequeña Pícara no iba a ser distinta y es por eso que en ella apreciamos de manera particular esos primeros planos de la pequeña Alisan Porter, de la preciosamente y precisamente tallada en mármol, Kelly Lynch y de un Jim Belushi que posiblemente recree el mejor personaje de su carrera. 
¿Pero hay algo más en esta película? 
Pues hay el cine de Hughes. Tenemos calles oscuras, humo saliendo de las alcantarillas, neones reflejados en las aceras mojadas. Coches de los 80s, apartamentos de lujo, oficinas de grandes empresas, garajes, restaurantes de lujo y una historia tan sencilla como tierna y directa que gracias una vez más a la fuerza de sus personajes, consigue que una vez vista no quieras desacerte de la película nunca porque, sabes perfectamente que llegará una tarde lluviosa de otoño donde lo único que te apetece es comer chocolate helado viendo una película de los 80s de John Hughes.