Hablar a estas alturas de Los Inútiles, tercera película de Fellini, es algo un poco inútil nunca mejor dicho pero aún así, me gustaría hablar sobre la escena final con el único propósito de animar a la gente joven a ver este tipo de películas las cuales, siguen teniendo innovaciones y aportes visuales que raramente hoy en día vemos.

Fallini nos cuenta de forma autobiográfica, la historia de 5 amigos que podrían ser considerados como los ninis de hoy día. Son “jóvenes” de 30 años cuya forma de ver la vida es la de beber, bailar, ligar y vivir a costa de sus padres. La película tiene una estructura lineal principal vertebrada por la historia de uno de los 5 jóvenes (concretamente el casado con Sandrina) y a raíz de esa columna vertebral, se nos cuenta o rsmifican las historias de los otros 4 amigos. Para ello Fellini usa un narrador que va uniendo las historias y la estructura.

Pues bien, la secuencia final de la película nos muestra la marcha de uno de los 4 jóvenes satélite de la historia, quizás ya que nunca queda claro, el narrador de la historia. Y lo hace mostrándonos al joven subiendo a un tren y marchando de su pueblo y prisión. La originalidad de la secuencia viene cuando la cámara tras mostrarnos al joven asomado al tren y partiendo, ésta pasa a primera persona ilusorio para mostrar a cada uno de los amigos en su lugar habitual. Fellini usa una cámara aérea simbólica en panorámica vertical que simula la visión o el pensamiento del viajero el cual marcha y deja atrás a sus amigos. Este efecto visual es un prodigio que hoy día sigue sorprendiendo no sólo por bello y efectivo sino por original.

La película es una imprescindible de la filmogafría de Fellini en la que ya se aprecia su imaginaria visual posterior pero de forma muy comedida. Lo que sí destaca es la música de Nino Rota que ayuda como en toda la obra de Fellini a darle el sello a las películas del director.

Imprescindibles by Lucen | LOS INÚTILES
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