Un año después de firmar la historia de Cazafantasmas, Dan Aykroid hace lo mismo con una nueva película que venía a ser la sucesora de Cazafantasmas esta vez con espías y guerra de por medio en vez de fantasmas y posesiones. Para este nuevo éxito se contó con John Landis en la dirección. El resultado es un producto que nada tiene que ver ni en éxito ni en calidad con Cazafantasmas.

Si hablamos de una comedia americana de los 80 y no sale Dan Aykroid, es que le están engañando, señora. A base de poner el careto una y otra vez el actor proveniente de SNL se hizo un hueco en el mundillo, y en este caso está acompañado por el tío Chase, cómico con altos y bajos que tuvo bastante éxito sin que nadie sepa muy bien el por qué, ambos dirigidos por John Landis, con lo que la tríada capitolina de las gansadas se completaba satisfactoriamente. La película en sí es una disparatada historia de espías, en la que estos dos cómicos despliegan su arsenal de tontunas sin que el resultado acabe por ser desagradable, y todo ello en el marco de la guerra fría, riéndose de los rusos como solía ser habitual, el problema es como hemos dicho, que la película queda muy lejos de Cazafantasmas y termina siendo una comedieta para nostálgicos de la época y poco más. Por cierto, el tema principal es de Paul McArtney.