Puntuación: 9

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– La ausencia de sorpresa que tuvo el film original en el 77.
Ya somos uno de esos seres afortunados. Unas horas antes del estreno al público hemos podido comprobar en primera persona las promesas del nuevo capítulo de Star Wars y realmente esto merece un análisis o crítica tan especial, que queremos dejarlo para más adelante y librar a lectores de cualquier spoiler posible. De este modo, hoy publicamos una pequeña reseña crítica donde dejar una opinión muy liviana de la grandeza de El Despertar de la Fuerza.

Lo primero a decir es que todo está ahí. La saga clásica florece en lo que ya es un capítulo más de la misma con la mayoría de sus virtudes y sin apenas alguno de sus defectos. Sin duda J.J. Abrams, Lawrence Kasdan y pensamos que en alguna medida también George Lucas, han sabido recrear a la perfección el espíritu y la puesta en escena de la obra original donde los personajes, los giros de guión y los efectos visuales físicos, nos hacen transportarnos durante poco más de 2 horas a un universo de diversión, sueño, fantasía y entretenimiento sin lapsus, que no veíamos desde El Retorno del Jedi pero eso sí, ahora sin lo errores de aquella.
Y es que las tonterías se han acabado. Las concesiones infantiles a la taquilla, el aroma a rancio, las malas interpretaciones, las situaciones dramáticas irracionales y demás absurdos narrativos que a día de hoy son muy evidentes en la obras originales, han pasado a mejor vida ya que El Despertar de la Fuerza como hemos dicho goza del impacto mágico y \”starwarsiano\” original, pero con una seriedad narrativa y con un cuidado tan extremo en su puesta en escena y en sus apartados técnicos y artísticos que casi me atrevería a decir que es el mejor blockbuster moderno del cine.

El Despertar de la Fuerza no busca la profundidad dramática o psicológica de obras como el Batman de Christopher Nolan, pero sí es muy respetuosa con el cinéfilo y el público adulto sin olvidar que su máximo objetivo es la diversión y la recreación de un universo tan especial, que sólo el cine puede mostrar y además sólo en muy pocas ocasiones.
De este modo me atrevo a decir que en la carrera de premios para 2016 tanto el reboot de Mad Max como la continuación de Star Wars, podrían competir de tu a tu con las obras más cahieristas, conceptuales o canónicas en este tipo de certámenes.
El Despertar de la Fuerza no tiene que envidiar en nada en cuanto a lenguaje cinematográfico a obras más reputadas en este sentido y su inferioridad en apartados como el dramático o el interpretativo (aunque Daisy Ridley bien podría optar al Oscar) queda paliado por una monumentalidad clásica en su filmación que ya pudimos disfrutar en grandes obras de la talla de \’Lo que el viento se llevó\’, \’Ben-Hur\’, \’Titanic\’, \’E.T.\’, \’El Señor de los Anillos\’ o la misma \’La Guerra de la Galaxias\’.
Estamos por tanto ante una película que se centra claramente en la búsqueda del entretenimiento y no en la profundidad de una cinta de arte y ensayo, pero con un trabajo tan milimétrico detrás para mantener la esencia pura que contenían las películas originales de George Lucas que debe ser tratada con el respeto y la seriedad de cualquier otra obra clave de este 2015.

Viendo el aspecto visual que ha trabajado J. J. Abrams, es satisfactorio comprobar que quedan lejos los batiburrillos de efectos digitales acercándonos mucho más a \”fisicidad\” de las primeras sobre las que además encontramos muchísimas referencias contenidas que buscan directamente el agrado de los fans.
Pero es que además, la magia de creación de personajes (ojo, que las tan criticadas precuelas también dejaron nombres interesantes como Qui Gon Jin, Darth Maul o el joven Obi Wan) ha vuelto a funcionar y entre los nuevos rostros destaca ampliamente la joven chatarrera Rey (Daisy Ridley), seguida del experto piloto del escuadrón negro Poe Dameron (Oscar Isaac) y el renegado Finn (John Boyega), que aunque de momento parece un mero receptor de los momentos humorísticos, deja claro que su crecimiento y entidad, han sido preparados y concebidos para las continuaciones. Por supuesto que nadie se olvide de BB8 porque si antes de ver las películas ya era uno de los juguetes más vendidos, tras verla va a ser el objeto que todos querrán tener.

Al ser un primer episodio de una nueva trilogía la historia se centra mucho en la presentación de personajes, alguno sorprendente, pero por supuesto, también tenemos el esperado regreso de los personajes míticos donde vuelve a llevarse la palma Han Solo. Luke en cambio ejerce de mero Mac Guffin y su ausencia nos tiene atrapados durante toda la película con enigmáticos interrogantes ¿Dónde está? ¿Qué pasó con aquel caído alumno Jedi? ¿Por qué sólo queremos que llegue el episodio VIII para solucionar este enigma? 
De este modo Abrams ha conseguido revitalizar el mito y arrancar una nueva e interesante historia de la saga y sacarse de la chistera a Kylo Ren (Adam Driver), un villano muy bien trabajado y digno sucesor de Darth Vader, del que cabe esperar mucho más en siguientes entregas.

En cuanto al resto de nuevos incorporaciones, volvemos a ver la esencia de la saga con personajes secundarios que aportan ese exotismo que tanto nos gustó desde siempre. Maz Kanata (Lupita Nyong\’o), Snoke, el Lord Supremo (Andy Serkis y sin duda el menos acertado) o el cameo de Max von Sydow, ayudan a potenciar la sensación de magnitud y amplio universo que suele tener la franquicia.
Y concluimos diciendo que El Despertar de la Fuerza es a modo personal el mejor film de Star Wars hasta la fecha o al menos, el único capaz de competir de tú a tú con El Imperio Contraataca y que únicamente el conservadurismo y la falta de sorpresa de la que gozó La Guerra de las Galaxias en 1977, le pueden quitar ese halo de mito fílmico que tuvo el film original. La Fuerza y oscuridad con que han recreado los sables de luz; escenas como un plano secuencia del Ala X de Dameron mientras es observado por Finn; las batallas aéreas; el reflejo de los sables luz en las pupilas de los protagonistas; el misterio de Luke Skywalker; el personaje de Rey; la escena inicial del Stormtrooper renegado manchado en sangre; el eco constante al episodio IV; Kylo Ren; el trepidante ritmo narrativo; el contraluz de los Tie Fighter llegando a la base rebelde; los efectos visuales a base de maquetas, maquillaje y un cgi muy bien trabajado (a excepción de Snoke); las dosis muy justas de humor para suavizar momentos más oscuros; BB8; son algunos de los aspectos destacados de un film casi perfecto que ha devuelto la entidad pérdida a la saga de las sagas.

Ahora os dejamos con un pequeño análisis de la estructura de ecos usada en el film.

Análisis y curiosidades CON SPOILERS de El Despertar de la Fuerza y La Guerra de las Galaxias.

Star Wars siempre ha sido un eco de si misma, una saga que ha sabido jugar con su propio universo y usarlo a modo de arma para la fandomia y como autocreación de su mito y leyenda. Los films originales se homenajeaban a si mismos y las precuelas fueron un eco constante de la saga clásica. Ahora, El Despertar de la Fuerza pretende ser la resurrección de La Guerra de las Galaxias y para ellos recurre al eco y al homenaje como elemento clave de su estructura narrativa. Sin más, pasamos a desvelar algunos de estos ecos narrativos y visuales.

Poe Dameron entrega a BB8 un mensaje (en este caso un mapa) que es fundamental para la Alianza. Como vemos es un eco directo al mensaje dado por Leia a R2D2 en La Guerra de las Galaxias.
El desierto de Jakku es un eco claro del desierto de Tatooine y un eco que se fortalece con la presencia de BB8 y R2D2 ambos en busca del remitente y ambos capturados por chatarreros y liberados por el protagonista del film (Luke y Rey).
La presencia de un actor veterano de renombre. Max von Sydow en El despertar de la Fuerza, Alec Guiness en La Guerra de las Galaxias.
El Halcón Milenario como nave y elemento para abandonar el primer acto del film (Jakku y Taooine). Una vez dentro de él los ecos son constantes con: averías continuas; usar el departamento de carga como escondite; el \”ajedrez\” (dejarik) de bestias; y el detalle de su nuevo radar, rectangular en vez del redondo de la trilogía original.
La nueva cantina del palacio de Maz Kanata es otro de los grandes ecos a la cantina original de Tatooine.
Vemos también como la protagonista es torturada por el villano en una silla de tortura para obtener el lugar de la información robada.
El Ataque a la Starkiller es otro eco directo al ataque de la Estrella de la muerte: el punto flaco; el recorrido hacia él; el grupo de pilotos y la huida y destrucción es un puro calco del original aunque siempre, con un planteamiento distinto que no lo hace ver como una copia sino como un homenaje constante. 
La huida del protagonista de la Starkiller en El Despertar de la Fuerza y del crucero imperial en La Guerra de las Galaxias. El almirante al cargo de las mismas naves es otro de los ecos (Hux y Tarkim). La holografía del verdadero lider del Imperio y ahora La Primera Orden. Es decir El Emperador en una y Snoke en la otra. La perdida de un personaje clave; muchas set pieces de la BSO; el sol de Jakku y los soles de Tatooine; el héroe solitario con poder de la Fuerza perdido en el desierto y que sueña con algo más; el héroe que comercia y trabaja con chatarra; Han debe una deuda a un contrabandista; la base rebelde un un lugar lleno de vegetación; el arma de Chubie; la presencia del padre simbólico (Han y Ben); Darth Vader y Kylo Ren agarrando del cuello a uno de sus soldados; el asentamiento arrasado por las tropas de asalto; los radares de las naves; trituradores de residuos; y algún otro detalle que no podemos destapar por ser spoilers demasiado irritantes para el lector.