Crítica comparativa | El diario de Noa vs Blue Valentine

Hoy es San Valentín. El diario de Noa nos ofrece esa historia de amor que nunca falla en esta cita. En honor  del 14 de febrero queremos realizar un artículo especial sobre dos films de Ryan Gosling el cual es el Romeo actual por excelencia, por un lado tenemos la citada \’El diario de Noa\’, la forma más cursi de entender la pareja y el amor.  Por otro, su antítesis fílmico llamada \’Blue Valentine\’, otra forma de entender el \”romanticismo\”.

Blue Valentine es un drama desgarrador sobre la relación de pareja, una realidad sobre la perdida de la juventud y los sueños por la llegada de la responsabilidad y la familia, aún así hemos conseguido encontrar un curioso paralelismos con el famoso film de Ryan Gosling \’El diario de Noa\’.

Nuestra idea es realizar una comparativa o juego fílmico con el famoso clásico de 2004, conocido en castellano como \’El diario de Noa\’ y que hoy se emite en Antena3.

El planteamiento es bien sencillo, Ryan Gosling es el encargado de dar vida a Noah en el drama romántico de 2005 llamado \’El diario de Noa\’, y Ryan Gosling vuelve a ser el encargado de dar vida a Noah (según nosotros bajo el seudónimo de Dean), en el romance dramático de 2010 llamado Blue Valentine. Y de eso se trata, de comparar el comportamiento de un mismo personaje bajo la tensión sexual y social de dos féminas tan distintas como son Michelle Williams y Rachel McAdams. 

\”Metal y madera, guerra y paz, follar y hacer el amor\”, así definía Blake Lively en el film \’Salvajes\’, su relación díptica con sus amantes Taylor Kitsch y Aaron Johnson, y esto es más o menos lo que nuestro Noah debe sentir al intimar con Michelle Williams y Rachel McAdams, o lo que es lo mismo, Cindy y Allie.

  

• -Cindy en la piel de Williams sería sexo, violencia y metal; la necesidad de amarla y el cansancio de convivirla; la transformación de la sorpresa en monotonía, pero con adicción a la misma; el olvido del amor y la caricia por el descubrimento del sexo animal. Pero al mismo tiempo también sería la confianza y la familiaridad; la extensión de uno mismo; la pieza que equilibra y soluciona los problemas del día a día. 

• -Allie sin embargo sería amor, paz y madera; el deseo de amarla por la imposibilidad de tenerla; la sorpresa y la ilusión; la posibilidad de querer sin la necesidad de tocar; sonrisa, luz y pasión. Pero también al mismo tiempo sería la traición y el dolor; el miedo a perderla y el terror de olvidarla.

• -Y Noah siempre sería Noah, uno más de nosotros hechizado y anulado por la fragancia del deseo, capaz de sacrificarlo todo por la incompatibilidad con la soledad, vacuo de autosuficiencia y parásito de la necesidad física, o lo que es lo mismo un adolescente atemporal. 

REALIDAD Y SUEÑO 

En conclusión, el contraste es claro entre los films de Derek Cianfrance y Nick Cassavetes, el primero nos sitúa ante la realidad, ante la familia y los desastres de la misma, ante el abuso de confianza y la dependencia a los recuerdos del pasado, ante la dureza de la responsabilidad y la triste confirmación de olvidar el \”Que seré\” por asimilar el \”Quien soy\”, la despedida de los sueños por la llegada de la carga familiar y social. En definitiva el puente colgante que sirve como paso de los 30 a los 40. 

El segundo en cambio nos muestra la fragilidad y ternura del amor, la experimentación y el descubrimiento de la vida, la adaptación al romance y los primeros reveses del sexo opuesto, la parte no egoísta del querer, el sentimiento más remanente e inolvidable de nuestra vida, es decir nos sitúa ante el sueño imposible del primer, único, eterno y verdadero amor. 

Como hemos vistos estamos ante dos películas que nacen del mismo hilo conductor pero que se desarrollan por caminos totalmente diferentes. Estéticamente están en las antípodas, el lumínico y acaramelado aspecto visual de \’El Diario de Noa\’ contrasta con la oscuro y sombría propuesta de \’Blue Valentine\’, la inocente e hipnotizante interpretación de Rachel McAdams también contrasta con la dura, seca y genial caracterización de Michelle Williams, únicamente el trabajo de Ryan Gosling y la calidad filmica de ambas películas coinciden en el resultado final de dos obras claves del cine de los 2000.