Desde Cinematte creemos que Sicario es la mejor película de 2015 al menos, arrancando desde la temporada de premios del año pasado. Como ya hemos en dicho en varias ocasiones, también creemos que debería ser una de las favoritas al Oscar de este año, una injusticia que nos hace esperar la gala con menos apego de lo habitual. Ahora queremos retratar algunos de los detalles por los que pensamos que Sicario es una de las joyas del año y uno de los trabajos más mimados en todos los aspectos fílmicos. Hoy trataremos el color.
 
Una buena forma de estudiar el lenguaje visual es tratar de entender los colores que se utilizan en una película, sobre todo donde se muestran diferentes atmósferas para comunicar ciertas claves en la historia principal. En el caso de “Sicario” podemos ver que los colores de la atmósfera van de la mano a lo que el director quiere que se sienta. El negro, el azul y el ocre o beis, son los colores principales con los que Denis Villeneuve consigue que el descenso al infierno que nos propone el film sea una de las mejores experiencias visuales del año.
 

Beis u Ocre

El Beis o el Ocre es el color dominante en Sicario. El director de fotografía y el director del film usan este color como el escenario principal donde discurre el descenso al infierno. México es el área territorial donde Kate debe recorrer ese espacio que nace desde el blanco o la luz, es decir desde el bien, hasta la escena final donde el negro como símbolo de la oscuridad se adueña de la función. Ese espacio natural que es México, sirve como base para elegir el beis como punto de encuentro y de contacto en el que el personaje de Emily Blunt conoce la oscuridad de la ley. Como vemos en las siguientes capturas, el color beis domina en todas las áreas del film donde se palpa esa oscura moralidad donde la ley supera la frontera de lo ético, lo correcto y lo legal, y el término justicia empieza a perder sentido.

Azul

El azul es empleado como el símbolo de ley y justicia. En una zona donde la maldad lleva a las personas a los extremos más oscuros, la llama viva de la justicia es un elemento extraño y sobre el que Kate se muestra prácticamente como único representante. De igual modo, y de forma paternalista, el director asocia también este color al otro escenario territorial del film: Los Estados Unidos símbolo de ley y justicia global.
 
 
 
 

Azul y beis

 
El mayor juego simbólico del film viene cuando deciden mezclar ambos elementos de color. Si el beis es el espacio por el que se mueve el mal, y el azul es el símbolo de la ley (justicia), la unión de ambos es el recurso para mostrar la delgada línea en la que ley cruza la teórica legalidad y abandona la moral, para entrar en esa otra moralidad donde el fin justifica los medios y donde la \”lucidez\” que proporcionan las leyes gestadas en un cómodo despacho dejan de ser eficientes. De este modo, es cuando esa otra ley entra en escena y cuando nuestra protagonista entra en el juego de dudas sobre la moral que nos narra la historia.
Como vemos a continuación, ese doble juego de colores está en todo momento rodeando sobre todo al personaje de Alejandro, el cual es el elemento esencial de todo este enclave narrativo. Pero además, vemos como en momentos claves donde la duda entre bien y mal afloran, el conjunto formado por azul y beis se adueñan de la escena.
 
 
 

Negro

 
Poco hay que explicar de este color. Como vemos, la mayor virtud que tiene en este film es la manera de filmarlo e implementarlo. El descenso al infierno es uno de los leitmotiv del film y por eso vemos ese descenso mediante combinaciones de azul y negro o contrastes entre beis y negro. A contnuación unos ejemplos.
 
 
 

Cristales, espejos y transparencias

 
Finalizamos no con un color, sino con un elemento que se usa a modo de remarcar esa doble moral entre justicia y venganza. Para definir esa a veces fina línea que separa una cosa de lo otro y esa duda que hace tambalear nuestra ética, se han usado cristales, cortinas, espejos o desenfoques que se ponen en momentos clave donde esa dudosa justicia que ejerce la policía se apodera de la historia. Así esa cortina que separa una cosa de la otra la podemos apreciar físicamente en el film.