En esa inquietante carrera de las plataformas de streaming por destruir el cine, nos llega un ejemplo más de que es lo que no debería ser nunca el cine y o, un cineasta.

Los mayores del corral recordamos aquellos momentos de mitad de los 80s donde gente como Sam Raimi o Jim Muro se empeñaban en crear una cámara vertiginosa a base de travelling y tomas imposible pero, y aquí está la diferencia con propuestas como ‘Carter’, siempre teniendo el lenguaje cinematográfico y todos sus recursos como prioridad, siendo esta cámara vertiginosa, simplemente un atrezzo o recurso puntual para contar la historia.

Ahora, una nueva hornada de creadores de contenido (que no de películas), han crecido bajo una cultura cinematográfica analfabeta donde lo que impacta tiene más valor que lo que aporta. Algo similar ocurre en nuestros telediarios.

Netflix como no, es la encargada una vez más de aportar su grano de arena para que insultos como este Carter existan y encima, estén en la boca de las nuevas generaciones. Por mi parte aquí acaba mi critica sobre un contenido que por supuesto no asocio a obra cinematográfica.

Cierto también es que hay que dar mérito a muchas de las escenas o secuencias conseguidas en este nuevo contenido de Netflix y que por tanto, sus creadores bien domésticados y educados, podrían ser una especie de nuevos “Jim Muro” que aportasen cosas positivas a una película de verdad con un buen director de verdad. Personalmente creo que Nolan le vendría bien tener gente como esta a su lado para el tema de las secuencias de acción.