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Recientemente se anunciΓ³ que David Ayer iniciaba remake de ‘Doce del patΓ­bulo’. La pelΓ­cula original se basΓ³ en el best-seller de E.M. Nathanson de 1965 que estaba inspirado en soldados de la Segunda Guerra Mundial de la vida real que se aventuraron en territorios enemigos. Se centrΓ³ en un grupo de prisioneros que se convirtieron en comandos del EjΓ©rcito solo para embarcarse en lo que seguramente serΓ­a una misiΓ³n suicida. Ahora quieren que la versiΓ³n sea mΓ‘s moderna y tenga un estilo como el de Fast and Furious. Pero antes de nada, vamos con el original...


UN GRAN CLÁSICO DEL CINE

Basada en una novela de E.M. Nathanson, Doce del patΓ­bulo propone una visiΓ³n bastante sarcΓ‘stica sobre la apestosa naturaleza de la guerra y el mamoneo que reina dentro de los estamentos militares.
La historia comienza con un largo prΓ³logo que nos sitΓΊa en la Inglaterra de 1944. El Mayor Reisman (Lee Marvin), excelente profesional pero con serios problemas en cuanto a la disciplina, asiste a una ejecuciΓ³n de un soldado (por el desagradable mΓ©todo de la horca).
La reacciΓ³n de Reisman y la manera en que estΓ‘ rodada la escena dejan claro el posicionamiento de Aldrich. “Ese no es camino para nadie” replica en la escena siguiente a los altos cargos que le encomiendan la OperaciΓ³n Armisticio, tan simple como imposible: reclutar a doce soldados convictos de oscuro futuro (horca o trabajos forzados), entrenarlos y lanzarles a una misiΓ³n casi suicida.
El objetivo es asaltar un chΓ’teau donde los oficiales nazis pasan sus dΓ­as de relax (bΓ‘sicamente un prostΓ­bulo de mucho lujo) y acabar con el mΓ‘ximo nΓΊmero de dichos oficiales que sea posible, todo esto justo antes del DΓ­a-D, para desestabilizar la cadena de mando Nazi.
En el reparto destaca, aunque sin hacer jamΓ‘s sombra a Lee Marvin, un superlativo John Cassavetes, que ya era un director de cine consagrado y que un aΓ±o despuΓ©s le regalarΓ­a a Polanski otro trabajo magnΓ­fico. Su soldado Franko (reconvertido en Frankie para la versiΓ³n doblada, no olvidemos quiΓ©n mandaba en EspaΓ±a en aquellos aΓ±os…) es el clΓ‘sico sinvergΓΌenza al que, con gran facilidad, terminas cogiendo gran afecto. Un verdadero bombΓ³n de personaje. Pero todos cumplen a la perfecciΓ³n, dentro de un reparto impresionante: Donald Sutherland borda un personaje bastante extremo, como el de Ryan o Borgnine, mientras que Bronson se queda en su pΓ©treo laconismo efectivo, y George Kennedy y Telly Savalas clavan sus respectivos Γ‘ngel (que tanto ayudarΓ‘ al grupo) y diablo (que tanto le perjudicarΓ‘). La ejemplar direcciΓ³n de actores se une a una puesta en escena sobria y descarnada (fotografΓ­a seca y oscura de Edward Scaife con un scope muy bien empleado) en una historia redonda y prΓ‘cticamente magistral.
Una de las principales bazas es mostrar a unos anti-hΓ©roes, empezando por el prΓ³pio Comandante, cuya visiΓ³n del mundo militar es tan desencantada como la de los condenados a muerte que tiene dirigir. Aldrich entra directamente al tema, sin rodeos. Durante los tΓ­tulos de crΓ©dito iniciales vemos a Lee Marvin entrevistΓ‘ndose con los "candidatos", para seguidamente re-instruirlos. En este apartado encontramos las escenas mΓ‘s relajadas y con una vis mΓ‘s cΓ³mica, al mismo tiempo que el director aprovecha para retratar a cada uno de los personajes a base de breves pero muy bien planificadas escenas.
La segunda parte del film, la de la misiΓ³n es donde se condensa toda la acciΓ³n y tiroteos del film. Una parte donde la buena planificaciΓ³n prima por encima de todo. Con todo ello, y tambiΓ©n grΓ‘cias a un reparto en estado de grΓ‘cia, Aldrich construye un film "bΓ©lico", de esos que saben capturar el interΓ©s del espectador deseoso de saber la suerte que corren los "anti-hΓ©roes" protagonistas. Sin duda, estaban empezando a cambiar muchas cosas y no sΓ³lo en el cine.
La pelΓ­cula tiene semejanzas argumentales con Secreta InvasiΓ³n, dirigida por Roger Corman en 1964. Pero Doce del patΓ­bulo le ganΓ³ con creces en cuanto a popularidad. Tal es asΓ­ el asunto que se quiso rentabilizar el Γ©xito creando historias similares para la televisiΓ³n, Doce del patΓ­bulo: La prΓ³xima misiΓ³n (1985), donde Lee Marvin y Ernest Borgnine retoman sus personajes de la pelΓ­cula, y Doce del patΓ­bulo: La misiΓ³n mortal (1988), donde de nuevo aparece Borgnine pero Telly Savalas encabeza el reparto en sustituciΓ³n de Lee Marvin, quien falleciΓ³ antes del comienzo del rodaje de esta segunda historia televisiva.
El paso del tiempo no ha hecho otra cosa que engrandecer esta pelΓ­cula donde el humor la acciΓ³n y la emociΓ³n se reparten para hacer de Doce del patΓ­bulo un filme que dan ganas de ver varias veces.


COSAS QUE NO SABÍAS DE DOCE DEL PATÍBULO
El 15 de junio de 1967 se abrΓ­a el telΓ³n en Nueva York. Metro Goldwyn-Mayer estrenaba The Dirty Dozen, Los Doce en el PatΓ­bulo (segΓΊn la «traducciΓ³n» espaΓ±ola). El film fue un pelotazo porque el guiΓ³n era potente y el reparto de lujo: Charles Bronson, Telly Savallas, Donald Sutherland, Lee Marvin (para su papel sonΓ³ el mismΓ­simo John Wayne) y compaΓ±Γ­a, se ponΓ­an el traje de faena para, sin miramientos, liquidar a un buen nΓΊmero de oficiales alemanes.
La sinopsis se desarrollaba en los meses previos al desembarco de NormandΓ­a; en aquel contexto interesaba «aligerar» la oficialidad de la  Wehrmacht, romper en lo posible la cadena de mando. Para ello, los doce debΓ­an saltar en la Francia ocupada, colarse en el castillo en el que iba a celebrarse una lujosa fiesta, y causar la mΓ‘xima escabechina posible.
Los protagonistas, los sucios -de obra, de aspecto y de pensamiento- eran lo mejor de cada casa; cinco de ellos sentenciados a la horca y el resto a penas superiores a los 20 aΓ±os. Lejos de adaptarse a la disciplina del EjΓ©rcito americano, su paso por Γ©l suponΓ­a una autΓ©ntica pesadilla para sus mandos. Yankis de la peor calaΓ±a. Entre los doce, encontramos racistas, fanΓ‘ticos, sΓ‘dicos, y, sobre todo, violentos. Pero el destino tenΓ­a reservado para ellos una segunda oportunidad cuando fueron seleccionados para saltar tras las lΓ­neas enemigas.
El rodaje de la pelΓ­cula se realizΓ³ en Inglaterra (los exteriores cerca de la ciudad de Chenies). Paradojicamente, su director, Robert Aldrich, era un antibelicista declarado, hecho del que habΓ­a dejado constancia en otras de sus pelΓ­culas como Attack, de 1956, y en otras que vendrΓ­an despuΓ©s.  The Dirty Frozen superΓ³ las expectativas e incluso tuvo varias secuelas de escaso Γ©xito. Sin embargo, pocos saben que la pelΓ­cula se inspirΓ³ en un grupo de hombres reales.
«Dios no sabΓ­a si enviarme al cielo o al infierno, temΓ­a que en los dos sitios pudiera montar una buena». AsΓ­ hablaba Jake McNiece tiempo antes de morir.
TenΓ­a 93 primaveras cuando, hace ahora un aΓ±o, el viejo luchador de sangre india se fue para siempre. HabΓ­a formado parte del 506ΒΊ regimiento paracaidista de infanterΓ­a del EjΓ©rcito americano, integrado en la mΓ­tica 101ΒΊ Aerotransportada nacida en 1942. Era el ΓΊltimo de los Filthy Thirteen (los Trece Asquerosos) quienes durante la Segunda Guerra Mundial se ocuparon de misiones muy complicadas, casi suicidas, tras las lΓ­neas enemigas. Se ganaron ese nombre cuando decidieron que las manchas de sus caras, de sus uniformes, producto de agotadoras horas de entrenamiento, se quedaban con ellos durante dΓ­as. Tampoco se afeitaban.
Eran sucios tambiΓ©n en modales; no saludaban a los superiores, eran camorristas, bebΓ­an demasiado y eran habituales del calabozo. La pesadilla de la PolicΓ­a Armada. Y todavΓ­a mΓ‘s sucios al otro lado. No hacΓ­an prisioneros, simplemente, los liquidaban. ¿QuΓ© Γ­bamos a hacer con ellos detrΓ‘s de sus lΓ­neas?, contaba McNiece.
Jacinto AntΓ³n publicΓ³ en El PaΓ­s la noticia de su Γ³bito en la que pudo verse una fotografΓ­a en la que Γ©l y varios de sus compaΓ±eros se engalanaban segΓΊn las viejas costumbres indias (McNiece tenΓ­a sangre choctaw): el corte de pelo y la pintura de guerra debΓ­a atemorizar a los orgullosos nazis sin pegar ni un solo tiro. Nada pudo con Γ©l, ni las operaciones previas al gran desembarco de NormandΓ­a, ni el desastre de la operaciΓ³n Market Garden, ni la ofensiva germana sobre las Ardenas. Y sobreviviΓ³ para contarlo en sus memorias The Filthy Thirteen: From the Dustbowl to Hitler´s Eagle´s Nest (2003).
El peligro de aquellas misiones era grande y el nΓΊmero de bajas enorme. Jake McNiec realizΓ³ ΓΊnicamente cuatro saltos sobre tierra enemiga.  AquΓ­, realidad y ficciΓ³n se ponen de acuerdo: como es bien sabido, de los doce protagonistas del film, solo dos sobrevivirΓ‘n para contarlo.
McNiec y otros como Γ©l, jugaron un importantΓ­simo papel, pues aquellos hombres que actuaron tras las lΓ­neas enemigas contribuyeron al Γ©xito del gran desembarco del 6 de junio de 1944, la operaciΓ³n Overlord. La apertura de un nuevo frente en Europa acelerΓ³ el final de la Segunda Guerra Mundial. Fueron sucios, mataron a sangre frΓ­a y quizΓ‘ estΓ©n pagando por ello en el infierno. Pero, a la postre, ahorraron un puΓ±ado de miles de vidas.

VER π”»π•†β„‚𝔼 𝔻𝔼𝕃 β„™π”Έπ•‹Γπ”Ήπ•Œπ•ƒπ•† (1967) GRATIS EN CINEMATTE FLIX


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